Este es el segundo Centro de Formación para guardias de seguridad existente en Alto Paraná; según comentó el director de la academia, Gustavo Aldama. El empresario explicó que decidieron llegar a Alto Paraná debido a la confusión que existe a nivel general de las funciones que debe realizar un custodio.
“Hay una nebulosa de hasta dónde llega la función legal del guardia, la gente no sabe eso. No podemos operar en la calle, nos limitamos a llegar hasta la zona donde se ubica la empresa que nos contrató. En el caso de los guardias privados, de empresarios por ejemplo, es diferente porque dependen del lugar donde esté la persona a quienes protegen”, dijo Aldama a la prensa.
Comentó que existe una mala curricular constituida con dos materias que los estudiantes deben pasar para formar parte de un banco de datos de quienes terminan el curso, de manera que puedan conseguir trabajo estando completamente preparados para operar.
“Estamos preparados para que en cuatro semanas el personal pueda salir a las calles completamente capacitado. Tenemos convenios con empresas de seguridad para que ellos puedan saber quiénes son los guardias capacitados”, precisó en contacto con Nancy Méndez, periodista del Diario Última Hora.
Agregó que el centro está habilitado por la Ley 5.424, que rige los servicios de seguridad privada. Las materias a ser desarrolladas son: Constitución Nacional, Código Penal, Ley de Armas, defensa personal, manejo de armas, recursos humanos, redacción de informes, primeros auxilios y combate contra incendios, según el director.
Añadió también que contará con la colaboración de personal de la GEO y bomberos voluntarios de la zona para ampliar la capacitación de los interesados.
Recordamos que días atrás, en la ciudad de Luque del Departamento Central, guardias de la empresa Protek dieron muerte al joven Mauricio Alejandro Benítez Torres (23), tras propiciar un balazo que llegó a la nuca del fallecido.
El hecho se registró en Puerto Botánico, en medio de una persecución que inició en la ciudad de Luque, en un confuso operativo. Los guaridas confundieron al joven con un ladrón, sin embargo, era familiar del dueño del vehículo, que tomó el rodado sin permiso para dar unas vueltas con su amigo, testigo del hecho.
Uno de los guardias, Óscar Blanco, fue imputado finalmente por violación de la Ley de portación de Armas. Mientras que su compañero, Julián Benítez, fue imputado por homicidio doloso.