CAACUPÉ
“A balazos y a platazo de ambos lados no se construye una nación. Ya hemos visto el fracaso de otros pueblos; aunque muchos no quieran reconocer, han tenido que optar por métodos más humanos y racionales”, mencionó ayer, durante su homilía, en la Basílica Menor de Caacupé, monseñor Claudio Giménez, haciendo referencia sobre la ideología y tipo de lucha que propone el Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP) en nuestro país y por la actual firma de paz entre el Gobierno colombiano y la Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
En ese sentido, el religioso se preguntó: “¿Por qué seguir este camino de violencia y de muerte entre hermanos, entre compatriotas? No tiene ningún sentido. ¿Esa es la solución que nosotros consideramos acertada y sabia?; ¿lo mejor para nuestro pueblo? Estamos profundamente equivocados, como pueblo y la conducción también”.
Posteriormente, monseñor prosiguió consultándose a sí mismo y a los presentes: “¿Por qué nuestro querido Paraguay tiene que seguir sangrando inútilmente? En vez de darnos todos las manos y decidirnos a construir en serio nuestro país”.
En otro momento de la reflexión hecha sobre la masacre registrada el sábado último en Arroyito, Concepción, donde murieron 8 militares, monseñor indicó que el “dicho antiguo se cumple, aunque no nos guste: ‘El que hierro mata, a hierro muere’”.
“Estamos en ese trajín, en esa lógica que no encaja; eso no lleva a ningún puerto, a ningún futuro maravilloso, sino más bien a la perdición”, remarcó el obispo Giménez.
Bastante conmovido por la suma violencia que se utilizó en el atentado contra el grupo militar, que fueron ejecutados por el grupo armado, moseñor pidió en todo momento a ser más racionales en nuestras luchas y dejar a lado la extrema violencia que “no nos lleva a buen puerto”.
“La irracionalidad nunca va a llevarnos a objetivos grandes y nobles. Les invito a todos mis queridos hermanos paraguayos a optar por un sendero de paz, para construir un Paraguay mejor”, expresó.
El obispo invitó a la ciudadanía a ser partícipe en la construcción de una mejor nación, pero para que pase eso primeramente debe haber una reconciliación nacional entre todos los sectores del país.
“No creo en esa forma (la lucha armada) de construir una nación. De lo que si estoy seguro es que nos hace falta a todos una sincera reconciliación nacional. Probablemente algunos se reirán de esta propuesta y me tratarán de iluso, pero mañana o pasado mañana, se convertirá este objetivo en causa nacional, acuérdense”, advirtió.