La bajante del río Paraguay genera angustia nuevamente debido a las dificultades que esto conlleva para el comercio exterior de nuestro país. Esto ha ocasionado que los barcos se vean obligados a reducir la carga, generando sobrecostos y demoras e incrementando la incertidumbre de varios sectores de la economía.
SEDIMENTACIÓN. Por su parte, se agrega otro drama: en el Paso Bermejo, a 10 km aguas abajo del puerto de Pilar, desemboca el río Bermejo, que en marzo aumentó considerablemente su caudal y genera mucha sedimentación, convirtiéndose en el punto más crítico en el tramo sur del río Paraguay, donde actualmente más de 15 embarcaciones están en espera de pasar, amarradas (según el Centro de Armadores Fluviales y Marítimos del Paraguay [Cafym], ya son más de 25 las barcazas).
Entre las naves que esperan desde hace varios días, algunas están cargadas con contenedores que llevan mercaderías de importación, insumos y materia prima para industrias, además de barcazas cargadas con combustible, soja, aceite y otros, que no pueden continuar navegando con normalidad.
Actualmente, trabaja en la zona crítica la draga de mayor potencia y capacidad del Paraguay, que la empresa T&C Ingeniería facilitó para habilitar el paso y permitir la navegabilidad de las embarcaciones.
Igualmente, en el punto conocido como Paso Queso también se activó el dragado, con el propósito de dinamizar el paso de los navíos.
“Solo se navega con calado y cargas menores”
El ingeniero Benjamín Martínez, jefe del Departamento de Dragado de la Administración Nacional de Navegación y Puertos (ANNP), indicó que la situación del río Paraguay sigue complicada, y que los niveles están 3 metros por debajo de lo normal. No obstante, aclaró que se navega con calado y cargas menores gracias a los trabajos de dragado realizados.
“Casi nada llovió; seguimos complicados, el río sigue bajando día a día. Hoy estamos a -32 cm ya en Asunción. Normalmente, el río en esta época del año tendría que estar a 2,5 metros, 3 metros incluso, estamos hablando como mínimo de una diferencia de tres metros de altura, que es muchísimo”, dijo.
Dijo no verse una mejoría, si bien hay reportes de la zona de Ladario sobre una suba relativa, pero cuya agua llega a Asunción en dos meses. Así, dijo que nos esperan por lo menos dos meses de una lucha constante, agravado con que el Bermejo, que larga muchos sedimentos, en una época donde debería estar congelándose ya el agua en la Cordillera, y con ese río en sus caudales normales.
“Continuamos con los dragados, que es lo que podemos hacer mientras la naturaleza no haga su parte. Disminuye la carga de las barcazas, pero es como navegar nada, porque calan a nueve pies, casi diez. No obstante, nuestra intención es seguir haciendo los dragados que nos permitan continuar navegando con normalidad”, explicó.