La defensa de Pío Paiva solicitó su libertad alegando buena conducta, sin cumplir la totalidad de la condena de 12 años.
Al finalizar la audiencia, el juez Carlos Hermosilla dijo que le hubiese gustado dar la sentencia este viernes, pero anunció que se tomará su tiempo, dilatando así la decisión. “La ley me ampara a diferir el pronunciamiento”, manifestó y, seguidamente, dijo que la medida se dará a conocer el martes 23 de diciembre, informó la periodista de ÚH, Belén Paredes.
Los familiares y víctimas indignados gritaron: "¡Juez cobarde!, ¡inútil!, ¡vendido!”
La audiencia inició alrededor de las 9.30 de este viernes. Luego de que su abogado presentara los argumentos para obtener su libertad, Paiva hizo una breve intervención en la audiencia y dijo: “Aprovecho la oportunidad para pedir, una vez más, perdón a todas las víctimas, a todas las personas que de alguna manera quedaron afectadas con esa tragedia que nunca se quiso”.
Añadió que la voluntad de resarcir los daños está siempre presente, en la medida de sus posibilidades. La audiencia inició con las palabras del juez Carlos Hermosilla, quien mencionó: “Acá ya no se juzga la conducta de Paiva, él ya fue juzgado”.
Refirió que la magistratura no está ajena a la sensibilidad de la causa “que marcó un antes y un después en Paraguay”. Sin embargo, explicó que el objeto de la audiencia es estudiar si se dan los requisitos para otorgarle la libertad condicional.
Hermosilla pidió a los familiares de las víctimas presentes que guarden la compostura, ante sus gritos, ya que llegaron a interrumpir la audiencia.
Durante la exposición de argumentos para que Paiva consiga la libertad condicional, su abogado, Luis Emilio Escobar Faella, dijo que la parte acusadora no pudo probar con el cruce de llamadas que las puertas se cerraron por orden de Paiva.
Recordó que el tribunal aplicó el dolo en el caso, mientras que el ministro disidente, Sindulfo Blanco, había señalado “que nadie quiere lo que no conoce, y no siempre lo conocido es querido”, y catalogó el caso como un homicidio que se inscribía, en el ámbito penal, dentro de la figura de exposición de personas a lugares de trabajos peligrosos.
Con la seguridad de que no volverá a repetir un hecho punible, la defensa solicitó la libertad de Paiva, al cumplir 2/3 de su condena.
Continuó diciendo que, en cuanto a reparación de daños, el condenado propuso la reconstrucción del supermercado a fin de crear una cooperativa de todas las víctimas, para que las proveedoras financien un comedor para las 300 personas.
Agregó que la voluntad de su cliente es llegar a un acuerdo con las víctimas, mediante la figura de cesión de derecho y de acciones, pero aclaró que Paiva no podía firmar acuerdos por tener sus bienes embargados. En un momento, mencionó que el condenado debía lidiar con pretensiones desmedidas de algunas víctimas.
“Son los jueces y los dueños de las acciones los que impiden que el dinero se utilice, porque está sujeto a medidas cautelares impuesta por los jueces”... “Mi cliente no tiene disponibilidad, ni siquiera puede tener la exigibilidad, estando además privado de ejercer alguna actividad lícita”, siguió.
Respecto a su conducta, comentó que antes de salir la condena, tuvo libertad condicional y que al concretarse, él mismo se entregó. “Siempre ha mantenido una conducta muy buena, de forma intachable”, manifestó.
A las 10.30 se estableció un receso para que los abogados puedan ir al baño.
Seguidamente, la sicóloga Zunilda Irene Caballero dijo que al examinar a Paiva constató que no tiene ningún trastorno mental y que está en condiciones de reinsertarse a la sociedad. Pero aun así, recomienda un tratamiento psicológico de seis meses. “Por las características que posee, él no tendría ningún inconveniente en adaptarse normalmente a la sociedad, una vez, si es que se le da la libertad”, afirmó.
Explicó que, de acuerdo a las características en su personalidad, presenta adecuación a la realidad, plena consciencia de sus actos, se ubica en tiempo y espacio, su vestimenta se encuentra acorde a las estaciones del año y su nivel de capacidad intelectual es promedio.
En cuanto a sus emociones, refirió que tiene reacciones lentas y profundas, tiene una tendencia a reprimir cualquier manifestación emocional y es rígido en el control de sus reacciones afectivas.
Socialmente, se relaciona de manera mesurada con las personas de su entorno y es capaz de demostrar su afecto, una vez que establezca un vínculo de confianza. Agregó que es una persona egocéntrica y que, por eso, puede llegar a ofenderse fácilmente.
Asimismo, manifestó que no posee trastornos en su personalidad, presenta clara y adecuada consciencia de su realidad y de sus actos, buena ubicación tiempo espacial, tiene control interno de sus reacciones afectivas, socialmente tiende a mostrarse como una persona fría y controladora, según Caballero.
Por parte de la querella, Alejandro Nissen preguntó sobre las entrevistas que realizó a Paiva. La sicóloga explicó que, en la primera oportunidad, en el juzgado de Paraguarí, el paciente estaba muy nervioso y presionado, entonces la profesional solicitó examinarlo en su lugar de reclusión.
El Ministerio Público, a través del fiscal Édgar Sánchez, se opuso a la libertad de Paiva. “La posición del Ministerio Público es que se rechace el planteamiento de la defensa y se compurgue completamente la pena”, dijo en su alocución.
El abogado querellante, Antonio Acuña, cuestionó que nunca existió deseo de solucionar la situación por parte del condenado. El mismo dijo que se mintió desde el principio y solicitó que Juan Pío Paiva siga preso.
Tras la exposición de los tres abogados de la querella, se llamó a un receso de 5 minutos.
Posteriormente, cuatro personas en representación de los familiares y víctimas del Ycuá dieron su postura. Primeramente, habló Christian Olmedo, quien mencionó que, si bien en el penal de Tacumbú los reos viven hacinados, esa no fue la condición de Paiva, quien vivía como en un hotel. Dijo que rechazan el informe de la psicóloga y la trabajadora social. “Rechazamos la libertad del asesino”, expresó.
“Yo no sé si el asesinato de 400 personas, cientos de sobrevivientes heridos, huérfanos, desaparecidos aún a la fecha 6 personas, sin reconocer, puede llamarse buena conducta”, agregó.
Le siguió Benicia Ortiz, quien perdió 5 familiares en el suceso. Dijo que hace 10 años perdieron todo y quedaron desamparados. “Le ruego que no firme para que este señor salga”, imploró al juez.