EFE
WASHINGTON, EEUU.
La Santa Sede expresó su preocupación a diplomáticos estadounidenses porque la situación económica y la tensión política pudiera acabar en un “baño de sangre” en Cuba e insistió en el fin del embargo a la isla, según reveló WikiLeaks.
Así lo hizo saber el encargado de los asuntos de Cuba en el Vaticano, monseñor Ángelo Accatino, en una reunión con la jefa de la misión estadounidense, Julieta Valls, según revelan los cables diplomáticos publicados por el diario New York Times y el español El País.
En la reunión, en la que también participó el encargado de asuntos políticos, Rafael Foley, Accatino transmitió la preocupación del Vaticano porque “la desastrosa situación económica de la isla y la tensión política pueda desembocar en un baño de sangre”.
Accatino dijo que es necesario “dialogar, por desagradable que resulte” con las autoridades de la isla y consideró que “Estados Unidos no debe ser un rehén de su política interna”, en referencia al mantenimiento del “contraproducente embargo” al que los Estados Unidos tiene sometido a la isla caribeña desde hace más de cincuenta años.
EL NUEVO CASTRO ES CHÁVEZ. En cuanto a la situación en la región, Accatino apunta a que el nuevo Fidel Castro de América Latina no es su sucesor, su hermano Raúl, sino el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, ya que “tiene los ingresos del petróleo para financiar la revolución bolivariana”.
El prelado pide a Estados Unidos que “evite acciones unilaterales contra Cuba” porque a su juicio “pueden ser utilizadas por los hermanos Castro y por Hugo Chávez” como arma política.
Cualquier acción de este tipo “jugará a favor del núcleo duro del régimen que retrata a Estados Unidos como intrínsecamente hostil”, opina.
Por otra parte, considera “injustificada” la medida tomada por Estados Unidos para incluir a los cubanos entre los visitantes que deben ser sometidos a una vigilancia especial.
“Aunque Cuba sea un Estado promotor del terrorismo no supone una amenaza real para Estados Unidos”, dice Accatino a sus interlocutores, según la nota diplomática.
En los cables enviados desde el Vaticano, los diplomáticos estadounidenses también hablan de su percepción sobre la institución romana y se hace referencia a las tensiones durante el escándalo de abusos sexuales a menores que salió a la luz en el año 2002.
REACCIÓN VATICANA
El Vaticano subrayó que las filtraciones difundidas por WikiLeaks sobre la Santa Sede no pueden ser considerados como manifestaciones de ésta, ni como citaciones precisas de las palabras de sus oficiales, por lo que su veracidad debe ser evaluada con “prudencia”. El Vaticano así lo manifestó en un comunicado en el que “sin entrar en la valoración de la extrema gravedad de la publicación de una gran cantidad de documentos reservados y confidenciales y de sus posibles consecuencias” hizo referencia a las filtraciones de WikiLeaks sobre la Santa Sede. Así, agregó que los cables “reflejan la opinión de aquellos que los han redactado”. Otra filtraciones dicen que una funcionaria estadounidense describía al cardenal Secretario de Estado, Tarsicio Bertone, como un hombre sin experiencia diplomática que “habla sólo italiano”.