Los pobladores señalaron a Telefuturo que son dos las empresas en cuestión: una planta asfáltica, propiedad del municipio, y una planta procesadora de arena, perteneciente a un grupo empresarial privado.
Sus principales preocupaciones son el alto nivel de contaminación que puede acarrear a la zona y su consecuencia en términos de salud. Además, el daño material que ocasionan las constantes vibraciones por el paso de tractocamiones en las calles. Según mencionaron, esto último, afecta también a las viviendas que quedan totalmente agrietadas.
Los vecinos alegan que la zona no es apta para la instalación de estás fabricas y que han presentado opciones de lugares donde pueden ser trasladadas. No obstante, las autoridades han hecho caso omiso a la petición.