El papa Francisco reflexionó: «(…) Muchas veces el Señor pide estar vigilantes», porque «el cristiano siempre está en vela, vela, está atento; tiene algo del centinela, debe estar atento». Y «hoy el Señor nos sorprende con otra vigilancia que no es fácil de entender, pero es muy común».
En la práctica, explicó recurriendo al pasaje del Evangelio, Jesús expulsa un demonio y después viene esta discusión. Algunos dijeron: Tiene el permiso de Belcebú, y toda esa historia; Jesús se defiende y, en la diatriba, lleva a estos al ridículo. Terminado esto, se detiene y nos dice no una parábola: en forma de parábola, pero no una parábola, nos dice una verdad.
¿Qué significan estas palabras de Jesús y cuándo suceden estas cosas? Esta es la cuestión planteada por el Pontífice en el proponer la meditación sobre el pasaje del Evangelio de Lucas. «Es una figura» explicó. El Señor «toma la figura de los demonios en el desierto, dando vueltas, sufriendo. Pensemos cuando Jesús expulsa esos demonios que se llaman “legiones” porque son muchos y ellos piden ir donde los cerdos, porque quieren dar vueltas por el desierto». Y en particular «aquí dice: “vaga por lugares desiertos buscando alivio” y después de un tiempo vuelve». Pero esta es la «sorpresa» de «volver a casa» y encontrarla «barrida, adornada: el alma de ese hombre estaba en paz con Dios y él no entra». Entonces «busca otros siete, peores que él».
El punto, prosiguió Francisco, es preguntarse «cómo se hace para no caer en este y para salir de esto». La respuesta es clara: «Antes que nada retomo la palabra “vigilancia”: no asustarse, como Isaías dijo a Acaz, “vigilancia y calma”», como decir: «estate atento».
En conclusión, el Papa invitó a pensar «en estas tres cosas: Cristo crucificado nos salvará de estos demonios educados, de este resbalar lentamente hacia la mundanidad; nos salvará de la estupidez, de la seducción. El examen de conciencia nos ayudará a ver si hay estas cosas. Y las obras de caridad, esas que cuestan, nos llevarán a ser más atentos, más vigilantes para que no entren estos personajes que son astutos». Finalmente, deseó que «el Señor nos dé esta gracia y nos haga recordar el adjetivo de Pablo: insensato».
(Frases extractadas de http://www.vatican.va/content/francesco/es/cotidie/2017/documents/papa-francesco-cotidie_20171013_vigilantes-mundanidad.html)