Por un lado, el doctor Victorio Oxilia Dávalos, ex secretario ejecutivo de la Organización Latinoamericana de Energía (Olade) y docente de la Universidad Nacional de Asunción (UNA), había declarado que “el hecho de haber conseguido tarifas intermedias en las negociaciones en los últimos dos años puede parecer una solución equitativa, pero no lo es: favorece más a Brasil que a Paraguay”. Lamentó que “no se negoció una compensación por ese mayor beneficio para Brasil, lo cual podía haberse compensado por mayores valores de cesión de energía (el último incremento de este beneficio para Paraguay se dio hace 14 años en la Declaración Lugo-Lula)”.
No obstante, destacó “la buena voluntad que viene mostrando el gobierno de Lula para dialogar y su auspiciosa manifestación de construcción de buenas relaciones” con Santiago Peña.
Por su parte, el ingeniero Fabián Cáceres, ex gerente técnico de la Administración Nacional de Electricidad, advirtió que no debe perderse de vista el statu quo porque así como están el Tratado y el Anexo C atienden “los principales intereses de Brasil en términos de tarifa y derecho a disponer de la energía” que Paraguay no consume.
Añadió que por ello será un desafío motivar a Brasil para negociar. No obstante, destacó las visitas del futuro presidente Santiago Peña a Brasil y calificó sus declaraciones de “muy acertadas”. “Dijo, entre otras cosas, que la revisión del Tratado de Itaipú no se limitará solo a lo financiero, es decir solo al Anexo C. Dijo que también vamos a revisar el Anexo A, la gobernanza de Itaipú; y el Anexo B, que estipula la esclusa de navegación”, expresó Cáceres.