La ausencia de estas entidades es tan grande que muchas demandas ciudadanas propias del nivel municipal se dirigen al Gobierno Central. En el imaginario colectivo solo están presentes la gestión de la basura y el bacheo de calles; mientras que la normativa vigente les otorga múltiples funciones, sustantivas para el desarrollo.
Por ejemplo, la Ley Orgánica Municipal les confiere amplias competencias en materia de apoyo al sector productivo, al empleo, a la salud, a la educación y a la protección social, todos ámbitos de gran relevancia en el año 2020 por la llegada del coronavirus y que seguirán siendo importantes en los próximos años, ya que la enfermedad continuará, lo que exigirá el esfuerzo local.
Los establecimientos educativos deberán ser mejorados para garantizar una mayor seguridad a docentes y estudiantes. El acceso al agua y a baños en condiciones adecuadas, buenos sistemas de ventilación, alimentación escolar de calidad y durante todo el periodo lectivo y el apoyo escolar serán necesarios para recuperar el año perdido y son funciones municipales.
En materia sanitaria, el apoyo al fortalecimiento de la atención primaria será fundamental, ya que en los siguientes años tendrán mucha relevancia la prevención y la detección temprana de casos de coronavirus. El año 2020 fue el del fortalecimiento de la red de hospitales. Los siguientes serán de la atención primaria.
En la recuperación económica es fundamental el impulso a los mercados y a las mipymes locales, función explícitamente establecida en la Ley Orgánica Municipal. Este rol adquiere relevancia si se considera que las estadísticas de empleo están mostrando que alrededor de 100.000 personas que perdieron sus trabajos en los grandes centros urbanos volvieron al sector rural, por lo que los municipios más pequeños y medianos tendrán grandes desafíos para ayudar a sus pobladores a generar las condiciones para una vida digna.
El argumento más importante para la creación de los municipios es la cercanía de la gestión pública a las necesidades de los vecinos. La posibilidad de resiliencia rápida y de cuidado mutuo solo tendrá lugar en una comunidad que cuente con condiciones mínimas de bienestar. Gran parte de estas condiciones están a cargo de la gestión municipal.
Las autoridades municipales tampoco tienen la excusa de la falta de recursos. Para garantizar su financiamiento y autonomía administrativa, la Ley Orgánica Municipal les dio el impuesto inmobiliario que en Paraguay tiene un importante potencial recaudador, verifica altos niveles de evasión y, por si fuera poco, es uno de los impuestos más justos.
El debate eleccionario se acerca y es necesario que la ciudadanía conozca las funciones municipales y demande calidad en la gestión municipal; mientras que los políticos con aspiraciones electorales deben basar su campaña en propuestas que respondan a las necesidades y a los derechos de los vecinos que habitan el territorio local.