De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), en el país existen 31.328 viviendas donde conviven núcleos familiares agrupados. De ellas, 10.304 presentan condiciones de hacinamiento en zonas urbanas y 21.024 en hogares agrupados.
Este segmento forma parte del déficit habitacional estimado en 108.678 viviendas nuevas necesarias a nivel nacional. El resto del déficit está compuesto por 77.350 familias que habitan casas consideradas irrecuperables.
De acuerdo con la institución, se clasifican como viviendas irrecuperables aquellas con materialidad irrecuperable y tipología aceptable, con saneamiento aceptable o deficitario; o aquellas con tipología irrecuperable y saneamiento aceptable o deficitario, combinadas con materialidad aceptable, recuperable o irrecuperable.
Asimismo, una vivienda con agrupamiento externo es aquella donde convive más de un hogar —es decir, personas que cocinan por separado y manejan presupuestos independientes—. En cambio, el agrupamiento interno se da cuando en un mismo hogar convive más de un núcleo familiar que comparte un único presupuesto.
En cuanto al índice de hacinamiento, este se define como el número de personas censadas en la vivienda dividido entre la cantidad de piezas destinadas a dormir.
El director del INE, Iván Ojeda, explicó que quienes necesitan acceder a una vivienda provienen, en general, de alquileres, viven con familiares o siguen residiendo en la casa de sus padres. En una entrevista con el programa Cara o Cruz, recordó que estas cifras son dinámicas: mientras la población crece 0,6% anual, el parque habitacional lo hace al 3%.
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“Los hijos crecen, se independizan y construyen, pero la casa de los padres no desaparece. Hoy vemos zonas del microcentro desocupadas y encontramos unas 300.000 unidades vacías por distintos motivos. Hay quienes construyen para alquilar, otros para alquileres temporales, otros como inversión y otros sí para cubrir el déficit habitacional”, señaló.
Ojeda destacó que, si el Gobierno cumple su promesa de construir 100.000 viviendas en cinco años, el déficit podría ser saldado. “Trabajamos muy de cerca con el ministro de Urbanismo, Vivienda y Hábitat (MUVH), Juan Carlos Baruja. Los precios establecidos para Che Róga Porã son resultado de estudios técnicos. Quienes viven en alquiler pagan en promedio menos de G. 2.000.000, y la cuota se ajusta aproximadamente a ese monto”, sostuvo.
En total, el país acumula 1.117.212 viviendas particulares ocupadas con algún tipo de déficit. Al desagregar por áreas urbana y rural, se tiene que en el área urbana el déficit habitacional total afecta a 683.228 viviendas; mientras que en el área rural afecta a 433.984 viviendas.