Libertad se dio el gusto de apabullar y humillar a un rival clásico como lo es Guaraní, con un rotundo 6-1 en la misma casa del Aurinegro y con un juego superlativo, para quedar demasiado cerca de la coronación y otra vuelta olímpica.
Es que los de Garnero fueron claros en sus ideas, ganar el partido, liquidar rápido el expediente y tirarles toda la presión a sus rivales.
A los 8 minutos, Antonio Bareiro anotaba, pero tras una larga discusión, el VAR anulaba su tanto por offside, por avisaba que Libertad tendría esas triangulaciones peligrosas.
Triangulaciones encabezadas por el mismo Bareiro, en conexión con Óscar Cardozo y Rodrigo Bogarín, alternando con Héctor Villalba desbordando a una defensa aurinegra que parecía estar atornillada al suelo.
Los goles cayeron a los 16’, a los 18’ con esos actores presentes y con un Tacuara definidor como en sus mejores tiempos. Pero el delantero espigado no solamente convertiría, sino que asistió para el tercero a Héctor Villalba que superaba con su velocidad a la defensa de Guaraní. El mismo Villalba desparramó rivales y marcó el cuarto en 56 minutos.
El gol del honor fue de Gaspar Servio de penal, pero Libertad nunca bajó los brazos, y fue por más, cayeron los goles de Martínez y Enciso, ante la mirada atenta del mediocampo y la defensa aurinegra.
Garnero hizo el partido perfecto, superó en todas las líneas a un rival que suele ser complejo, pero que ayer no fue ni la sombra del Guaraní que algún día fue.
Efectividad total
Daniel Garnero, entrenador de Libertad, terminó la conferencia de prensa con una gran sonrisa por el rendimiento de sus dirigidos: “Fuimos muy superiores al rival, tuvimos una efectividad muy grande. Me encantó el partido, salió lo que queríamos”, expresó el DT.
La figura
Antonio Bareiro
El volante liberteño fue una pieza fundamental en la creación de casi todas las situación de gol del Repollero.