El Ciclón no arrasó, pero un par de soplidos bastaron y sobraron para acabar con la débil resistencia que en algún momento dado intentó realizar el sumiso equipo paralelo de Nacional.
Es posible que ni Cerro Porteño haya esperado que la Academia se rindiera a sus pies tan dócilmente. Está visto que al tricolor le costará bastante participar con posibilidades en el torneo casero, dando prioridad a la Libertadores, para lo cual ayer reservó su equipo titular.
VAYA CARTA... No hay nada mejor que un golcito como carta de presentación. Eso fue lo que hizo el defensor argentino Diego Armando Herner, quien en su debut en sociedad dijo: “Este soy yo” y con un fuerte disparo de zurda, aprovechando un rebote en el área rival, fusiló a Derlis Gómez para clavar el 1-0. Apenas iban 11 minutos de juego. Un tanto que le sirvió a él para tomar confianza y al equipo para jugar con sobriedad, al menos para mantener la ventaja. Pero no tuvo que esforzarse demasiado el azulgrana porque los dirigidos por Daniel Raschle se pasaron de respetuosos y recién en la complementaria intentó reaccionar tímidamente. Pero en honor a la verdad, lo suyo fue muy pobre.
MATÓ TEMPRANO. Cerro tampoco era un equipo con muchas luces, por lo que el compromiso careció de brillo y lucidez; pero era más que el tricolor, principalmente cuando César Tigre Ramírez aparecía en escena. Si en el primer tanto a él le cometieron la falta para el tiro libre que derivó en el gol de Herner, en el segundo fue Tigre el que envió el centro que Cachi Ferreira le sirvió en bandeja a Javier Villarreal. El argentino sacó también un zurdazo -como su compatriota Herner- para definitivamente pulverizar la escuálida ambición de la Academia. Con este tanto, todo ya estaba resuelto.
MÁS DETALLES. A pesar de que los goles llegaron en el primer tiempo, fue en la complementaria en que se registraron algunos detalles llamativos, aunque ninguno sirvió para cambiar el curso de un partido resuelto con aquel segundo gol.
GATITO POR DOS. En un partido muy tranquilo, Carlos Amarilla se complicó solito. Una falta de Raúl Román contra Gatito Fernández el árbitro la transformó en amonestación para el arquero y penal para Nacional. Pero Gatito paró el remate de Hébert Arriola, a quien le quedó el rebote, pero nuevamente, en gran reacción, el arquero, en felino salto (no podía ser de otro modo), sacó la pelota al córner. En otro hecho raro, el cuarto árbitro Federico Ríos hizo anular correctamente un gol del Mono Brítez por mano de Villagra que Amarilla no había visto. ¡Bien por Ríos!
Cerca del final, Carlos Villagra (volvió al club 12 años después) tuvo un retorno espeluznante. Estuvo 15', cometió dos manos y fue expulsado. Todo esto quedó solo para la anécdota.
GOLES CON ACENTO ARGENTINO LE DIERON A CERRO PORTEÑO SU PRIMERA VICTORIA ANTE UN NACIONAL MUY SUMISO.
HERNER TUVO UN DEBUT SOÑADO, VILLAGRA SE PASÓ JUGANDO CON LA MANO Y GATITO ATAJÓ UN PENAL MAL COBRADO.