Para realizar este plan, el Gobierno ha solicitado la colaboración del sector privado, en calidad de un actor reconocido como el protagonista del desarrollo del país, por generar oportunidades para crear y sostener puestos de trabajo, siempre y cuando el Estado cumpla con dos roles primordiales para este punto: 1) Establecer un proceso claro y contundente contra la corrupción en todos los niveles del Gobierno para disminuir substancialmente las asimetrías entre ser “formal” o ser “informal”. 2) Garantizar la seguridad jurídica a fin de que de una vez por todas las instituciones no estén modificando reglas de cumplimiento que afectan a planes de inversión y de competencia.
Creemos que un inversionista, sea local o internacional, busca que las reglas de juego se cumplan, que los sistemas funcionen, que no haya factores que obstaculicen un proceso de inversión legítima, a la vez de generar impuestos y una cadena de valor que beneficie a tantas personas. Hemos llenado el país de tantos trámites, tasas, regulaciones, decretos y contra-decretos. Todo ello en una fiesta que llevó el anterior Gobierno en algunas áreas a realmente entorpecer el funcionamiento de una economía que se puso como objetivo crecer a dígitos ambiciosos. Política que tuvo una premisa equivocada de parecer formales, donde nos hemos olvidado de que para hacer que algo funcione hay una premisa básica, la cual es “si quieres que algo funcione, hazlo simple”.
Solo como ejemplos básicos cito la necesidad de revisar las iniciativas de Seprelad que, aunque necesarias, han producido un cuello de botella en la llegada de inversiones genuinas atraídas por las ventajas del país. Hoy, para sacar dinero del Paraguay, un inversionista extranjero tiene un proceso simple y práctico a nivel tributario (ejemplo de que lo simple funciona). Pero se complica todo a nivel bancario por normativas de Seprelad, donde uno tiene que justificar para qué quiere llevar su dinero, que se generó con el propio esfuerzo en un negocio licito auditado y que el banco apruebe o determine si su fin es justificable para el retiro y envío de sus utilidades al exterior.
Al inicio del presente Gobierno hemos tenido reuniones con las áreas responsables de la gestión de las empresas, su creación y su desarrollo. Este ministerio es el MIC, que a través de su propio ministro y sus cuatro viceministros han presentado al Club de Ejecutivos un plan bien desarrollado de los pasos que se plantean para simplificar procesos, eliminar barreras que impiden el desarrollo de los negocios, pero sobre todo trabajar en una agenda de puertas abiertas para ir eliminando todos los factores que hemos incorporado como innecesarios a través de estos años.
También hemos tenido devolución respecto a cómo hacer para que el Paraguay sea más competitivo en barreras arancelarias para poder vender en mercados más demandantes de lo que el país puede desarrollar muy rápidamente, que es la vertical de Servicios Personales. Pero para esto debemos ser muy competitivos en cuanto a acuerdos de libre imposición de tributos, lo cual nos permitirá competir. Paraguay debe hacer, en conjunto el sector privado y el público, un gran acuerdo de competitividad y formalidad, trabajar juntos en esto nos permitirá crecer y ser una potencia económica. Llegó el momento de sacarnos de encima lo que nos impide competir efectivamente con todas nuestras ventajas.