31 may. 2024

Un abrazo más fuerte

Llega la época de festejos y alegrías, de brindis y regalos; del clericó, de comidas típicas y largas charlas con los primos y los abuelos... Este año no será la excepción. Hay que confesar que no vamos a estar todos, hay platos que van a sobrar, de los que ya no están, pero de quienes no nos vamos a olvidar.

Fue uno de los años más duros que nos tocó vivir en este siglo, de aciertos y desaciertos, de pérdidas y añoranzas para algunos; mucho más de lo que nos dejó el inicio de la pandemia en el 2020.

Más de uno perdimos algo o a alguien, y esas pruebas nos hicieron tener una visión y actitud diferente.

Este 2021, en los últimos brindis, se percibe que el abrazo será más fuerte y ojalá que sea así.

El tema está en saber aprovechar a quienes tenemos a nuestro alrededor. Está en que cambiemos nuestra actitud cuando no nos animamos a decir más frecuentemente un “te quiero”, cuando eso es lo que realmente sentimos.

Hoy se nos da una nueva oportunidad de abrazar más fuerte y priorizar lo que importa.

Nos queda la esperanza, que según un escritor, “está asociada a momentos de la historia humana en los que, a pesar de los retos, conflictos y problemáticas, se vislumbran hechos positivos que se pueden profundizar y que generan un ambiente propicio para la transformación”.

Esa esperanza suele florecer con mayor fuerza en ambientes duros y nos ayuda a empujar a que ocurran cambios.

La pandemia todavía no se fue del todo, varias complicaciones y variantes del Covid siguen apareciendo, pero la conexión la tenemos guardada para darla; no la desaprovechemos.

Un video que se hizo viral a mitad del 2020 fue la de una niña que rompió en llanto al abrazar a su papá policía después de muchos días de cuarentena.

Se le ve al abuelo cubriendo a la pequeña con un plástico protector, poniéndole guantes y tapabocas. Solo a unos metros le esperaba su papá, sentado en la patrullera con la puerta abierta. Luego de estar lista, sin mediar palabra, ella se fundió en un abrazo con él.

El 11 de marzo del 2020, cuando la Organización Mundial de la Salud declaró la pandemia, nadie pudo adelantarse a lo que se veía venir. Vidas y negocios parados, quiebres, escasez, dolor y angustia.

A diciembre de este año, según un recuento de la Universidad Johns Hopkins, 5,3 millones de personas han fallecido y se infectaron ya más de 272 millones, en todo el mundo.

Millones de historias se guardaron en silencio, pasando momentos realmente difíciles, haciendo hasta lo impensable por sus familiares. Muchos no creyeron hasta que les tocó pasar por eso.

Hoy, sin embargo, con las vacunas volvemos parece a respirar tranquilamente. Vamos viendo una luz al final del camino.

Ya las camas de cuidados intensivos están casi vacías. Cómo termina esta pandemia no lo sabemos todavía, pero las restricciones ya bajaron prácticamente. El miedo aminoró, nos tocó aprender a vivir con esto.

Luego de casi dos años de incertidumbre y ansiedad, aunque sea complicado, nos toca mirar hacia arriba y lo que tenemos por delante.

Que el reencuentro festivo no nos descubra inmersos en nuestros asuntos.