Wilson Ferreira
ALTO PARANÁ
Lo que debía ser un paso firme hacia el futuro ecológico y la modernización del transporte urbano en Hernandarias, se convirtió en un conflicto abierto, que dejó a miles usuarios sin movilidad. La entrada en funcionamiento de tres buses eléctricos municipales, gratuitos durante los primeros 30 días, desató la reacción de las principales empresas privadas de transporte que decidieron abandonar sus rutas barriales en señal de protesta.
Las calles de varios barrios se llenaron de incertidumbre, quedando sin conexión directa con el centro de la ciudad. Fue por una medida unilateral tomada por las transportistas que, bajo el argumento de “competencia desleal”, decidieron limitar su servicio a un solo tramo de la Terminal de Hernandarias a la Terminal Oasis de CDE.
La Municipalidad de Hernandarias anunció con entusiasmo el inicio de un plan piloto con tres unidades eléctricas para modernizar el transporte urbano. La intención era ofrecer una alternativa limpia, eficiente y accesible. Durante 30 días, los recorridos serían gratuitos como parte de una evaluación técnica y financiera previa al establecimiento de un costo definitivo del pasaje.
Pero el anuncio cayó mal entre las empresas tradicionales del sector, cuyas flotas en su mayoría datan de décadas pasadas y cuyas condiciones de servicio han sido, históricamente, objeto de constantes reclamos ciudadanos. “Estas empresas no están defendiendo un modelo de negocio, están defendiendo el abandono en el que nos han tenido por años”, declaró el intendente Nelson Cano.
REACCIÓN. La reacción empresarial fue inmediata y contundente. Chaco Boreal SRL, Ciudad de Hernandarias SRL y Hernandarias Transporte y Turismo SA notificaron que ya no operarían en los barrios, dejando sin transporte a una extensa franja de usuarios. Ni una advertencia ni un diálogo preventivo. Solo el anuncio de que dejarían de cumplir con su itinerario habitual, decisión que se ejecutó al día siguiente.
La reacción de la ciudadanía tampoco se hizo esperar. En redes sociales, usuarios denunciaron problemas para llegar a su puesto de trabajo, mientras que otros lamentaban la imposibilidad de asistir a tratamientos médicos o clases. “No es justo que nosotros paguemos por un problema entre la Municipalidad y las empresas. No tenemos cómo llegar al hospital”, decía doña Ángela Caballero, residente del barrio San Francisco.
Ante el colapso del servicio, la Comuna activó su plan de contingencia. Las tres unidades eléctricas, aunque insuficientes, comenzaron a operar en los barrios más afectados. “El transporte público es un derecho y no un privilegio. No podemos dejar a la gente sin movilización por decisiones de carácter comercial”, expresó la Municipalidad en un comunicado.
ACUERDO. El intendente Cano se reunió ayer con representantes de las empresas. Aunque Chaco Boreal no se presentó, representantes de Ciudad de Hernandarias y Transtur acudieron a la cita. Allí se firmó un acuerdo preliminar para mantener los pocos recorridos aún operativos, mientras se buscaban soluciones más amplias.
La crisis actual pone de manifiesto no solo el choque entre lo viejo y lo nuevo, sino también una deuda histórica con la ciudadanía. Hernandarias viene arrastrando décadas de mal servicio. Buses en mal estado, horarios incumplidos, trato indigno. Este conflicto ha sido la gota que colmó el vaso.
El intendente Cano fue claro al señalar que esta situación acelera los planes de transformación estructural del sistema. “Vamos a convocar a una licitación pública para adjudicar el servicio bajo nuevos estándares de calidad, puntualidad y sostenibilidad. La población ya no quiere más lo mismo. Esto marca un antes y un después”.
Habilitó canales de comunicación directa con usuarios.