Se rompió el maleficio y Paraguay volvió a ganar. La victoria ajustada ante Venezuela por 2-1 sirve para hacer la lógica: Vencer en casa por sobre todas las cosas, y encender una llama de esperanza, al menos hasta el próximo combo, donde las paradas serán muy bravas.
En lo estadístico, se superó a un rival molestoso en los últimos tiempos que nos dejó sin mundial en el proceso pasado y también significa volver a ganar tras 6 fechas.
LO LÓGICO. En el análisis del juego, para rescatar los primeros 15 minutos de ambos periodos, donde el equipo paraguayo fue intenso, corto y de rápida transición, sin perder tiempo con absurdo control, saltando líneas, aprovechando los lanzamientos precisos para pisar campo rival. Esta actitud fue clave para marcar la diferencia.
Con la presencia de jugadores con determinación y sapiencia al momento de resolver en ofensiva, el equipo paraguayo tuvo una tónica distinta del medio para arriba, con soltura de elementos puntuales que sacaron provecho al momento de superioridad.
Y como punto flojo otra vez la decisión en los cambios. La confusión se metió en el esquema con las variantes y cediendo terreno se achicó la ventaja. Como película repetida, más de suspenso y sin tanto terror esta vez, se terminó pidiendo la hora.
Destacable lo realizado por los tres Romero: Ángel, Oscar y Alejandro, este último asumiendo el rol de conductor, demostrando en campo que no debe ser mal utilizado en puestos improvisados para dar lugar a otros.
La conducción aplazada, ya con más de dos años de trabajo no mostró absolutamente nada y solo mantiene en carrera a la Albirroja la inoperancia de otras selecciones.
7 goles anotados en Eliminatorias alcanzó Paraguay en 9 partidos cumplidos. El goleador: Ángel Romero con 4 La figura
- Ángel Romero
- Asistió con calidad para los goles. Las veces que buscó en ofensiva tuvo visión para encontrar espacios. Desequilibrante.