Con un pesebre viviente que congregó la participación de más de 30 niños, padres y abuelos, el barrio Trinidad recreó ayer la tradición del nacimiento de Jesús.
Los niños que participaron del portal representaban a grupos de ángeles, que dieron el marco de emotividad con canciones y villancicos.
Otros participantes, además de representar a los personajes tradicionales del pesebre, dieron el toque típico con vestimentas de ao po’i, la faja tricolor y velos de encaje ju en la cabeza.
La puesta escénica fue dirigida por la actriz Regina Bachero y la escenografía fue montada por el artista plástico Juan Pistilli.
El espectáculo se realizó frente al ex Cine Cañisá, y Plaza Carancho, lugares que forman parte del patrimonio histórico y del casco antiguo del barrio.
Justamente esta zona, que mantiene características antiguas, conserva algunas tradiciones históricas como el montaje de pesebres artesanales. Por esta razón, a ciertos sectores del barrio se los conoce como “barrio pesebre”.
Esto se debe a que las familias que habitan la zona del antiguo casco del barrio, y más específicamente de las calles Espíritu Santo y Juana Pabla Carillo, mantienen la costumbre de elaborar grandes pesebres para recrear el nacimiento de Jesús.
Según Gloria Torrás, de la Organización Amigos de Trinidad, estas instalaciones son construidas con las técnicas que los primeros habitantes de la zona, inmigrantes italianos y españoles, trajeron al Paraguay desde el Viejo Mundo.
En el sector, también se pueden ver los pesebres típicos paraguayos que se elaboran con las ramas del ka’avovei.
Juan Pistilli indicó que algunos pesebres llevan figuras de 100 años de antigüedad, heredadas de los ancestros. Pero destacó que la participación de los jóvenes y niños agrega situaciones pintorescas, ya que aportan nuevos personajes como el dinosaurio Barney dentro del pesebre.