De acuerdo con una sentencia que aprobaron por unanimidad los miembros de la Sexta Sala del tribunal de tercera instancia, la injuria racial solo se configura cuando la ofensa está dirigida a personas negras por motivo de su raza y como forma de discriminarlas.
La decisión, que crea un precedente para procesos similares, acogió el recurso de un hombre negro que fue acusado de injuria racial por haber llamado a un blanco de “esclavista de cabeza blanca europea”. El demandante alegó que la acusación no procedía debido a que no existe el llamado “racismo inverso”.
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El caso se produjo en el estado de Alagoas (nordeste) en 2023 y fue considerado por la propia Fiscalía como una injuria racial.
Los magistrados de tercera instancia concluyeron que la injuria racial no se aplica a personas blancas ofendidas por razón del color de su piel, pero que la ofensa puede ser considerada y sancionada como otro tipo de delito previsto en el Código Penal, entre los cuales la simple injuria.
Según los jueces, la ley de 1989 que tipificó los delitos de prejuicio por raza o color tenía como objetivo proteger grupos históricamente discriminados.
La decisión, por lo mismo, rechaza el concepto de “racismo inverso”, entendido como el acto en que personas negras ofenden a las blancas por su raza o color.
“Rechazamos el concepto de racismo inverso debido a que el racismo es un fenómeno estructural que históricamente afectó a grupo minoritarios y no puede aplicarse a grupos mayoritarios en posiciones de poder”, asegura la sentencia.
Para el juez instructor del proceso, el magistrado Og Fernandes, “es inviable la interpretación de existencia de crimen de injuria racial cometido contra una persona cuya piel sea de color blanco, cuando tal característica sea el motivo de la ofensa”.
A diferencia de la injuria racial, con penas previstas de entre 2 a 5 años de prisión, la injuria simple prevé penas de entre uno y seis meses de prisión.
En Brasil, el país con mayor número de afrodescendientes en el mundo después de Nigeria y con históricas diferencias sociales por la discriminación racial, el 56,1 % de la población se declara negra o mulata, según el Censo de 2022.
Fuente: EFE.