Tras críticas de la oposición e incluso de sectores de la disidencia contra un modelo sin respuesta a la desigualdad, sin autocrítica hacia los escandalosos casos de corrupción y denuncias de autoritarismo y captura del Estado, la Asociación Nacional Republicana (ANR) celebró ayer su aniversario 138 en el Parque Bernardino Caballero.
El acto estuvo cargado de tensión, entre los mismos cartistas, a diferencia de años anteriores cuando la nota del entorno era más alegre e incluso multitudinaria. Las diferencias comienzan a notarse y se acentúan con el contexto electoral. La ausencia de la disidencia fue total, y su celebración se hizo un día antes. Tampoco estuvieron los líderes antiguos, como Juan Carlos Calé Galaverna, y los conocidos como los “osos colorados”. Ningún discurso hizo autocrítica, a pesar de los casos de corrupción. El partido de gobierno llega a nivel popular con un modelo que tiene fallas, y que no logra solucionar la desigualdad, según críticos.
La concentración de riqueza y del poder son un cuestionamiento que nace desde la misma ANR, bajo la crítica de que un grupo gobierna para enriquecer a un solo sector económico. Esto ligado a la captura y control total del Estado, que denuncia la disidencia. La tensión política se notó incluso en el discurso del presidente del Partido Colorado, Horacio Cartes.
Condición. Al transmitir su apoyo al Gobierno de Santiago Peña, Cartes aclaró que está condicionado a su capacidad.
“Quiero reafirmar que el Partido Colorado sigue brindando su apoyo total al presidente de la República, Santiago Peña, y lo hará mientras nos siga demostrando capacidad”, expresó.
Cartes no terminó la frase. El discurso original añadía “seriedad y amor al Paraguay”, pero el líder de Honor Colorado decidió poner un punto y agregó su propia idea: “A veces tenemos vergüenza de decir que apoyamos a alguien, públicamente; todo mi apoyo, ayer eras una ilusión, hoy sos una realidad”, expresó.
En medio de sus palabras, agradeció la gestión del presidente y de sus colaboradores, pero no mencionó a Pedro Alliana, el vicepresidente, que además era favorito entre los candidatos para el 2028 en el cartismo.
El titular de la ANR recordó que se preparan para las elecciones, tanto de este año en Ciudad del Este como las municipales del 2026, pero aclaró que “el Partido Colorado no es solo una maquinaria electoral, como algunos quieren reducir”.
Mano a mano. Por su parte, Santiago Peña dijo que el partido trabaja mano a mano con el Gobierno y reafirmó su identidad colorada que, por cierto, es del 2016.
“Me siento tremendamente orgulloso de representar a todos los paraguayos, pero jamás olvidar mi identidad colorada, mi nacimiento”, subrayó.
El mandatario volvió a citar sus programas estrellas como parte de la identidad colorada, que son Hambre Cero y Che Róga Porã.
Cartes y Peña rechazan acusaciones de autoritarismo
Santiago Peña negó que su Gobierno y el Partido Colorado sean de tinte autoritario. Aseguró que se están preparando para las elecciones y reafirmó que se va a enriquecer la democracia.
“Para nada (hay retorno al autoritarismo), muy por el contrario, creo que es un partido tremendamente democrático, los resultados electorales así lo demuestran”, apuntó.
También sostuvo que ya no hay peleas como en otras internas. “Estoy satisfecho de que han quedado atrás esas peleas fratricidas que solamente conseguían que el pueblo pase mal; mientras los políticos se peleaban, el pueblo pasaba mal, queremos políticos trabajando al servicio de la gente”, dijo.
En tanto Horacio Cartes no permitió que los periodistas se acerquen. Sus guardias actuaron de forma violenta contra los trabajadores de prensa. Pero en medio del forcejeo, respondió la consulta de si hay un retroceso democrático en el país. “Yo creo que no”, lanzó.
Finalmente, el senador Silvio Beto Ovelar dijo que no hay autoritarismo porque no hay presos políticos.