19 feb. 2025

Talibanes toman Kabul y vuelven al poder en Afganistán tras 20 años

El presidente afgano Ashraf Ghani huyó y los talibanes cantaron “victoria”. La población está temerosa de que los radicales islámicos vuelvan a cometer las mismas atrocidades del pasado.

Retorno. Talibanes vuelven al poder tras la retirada de las tropas de EEUU del país.

Retorno. Talibanes vuelven al poder tras la retirada de las tropas de EEUU del país.

Los talibanes entraron el domingo a Kabul y clamaron “victoria” desde el palacio de gobierno, horas después de que el presidente Ashraf Ghani huyó al extranjero en el dramático epílogo de 20 años de intervención militar extranjera y una ofensiva relámpago insurgente de tres meses.

“Los talibanes ganaron”, declaró Ghani en Facebook, asegurando que abandonó el país para evitar un “baño de sangre”, pues “innumerables patriotas habrían sido martirizados y Kabul destruida” si se hubiera quedado.

“Unidades militares del Emirato Islámico de Afganistán entraron en la ciudad de Kabul para garantizar la seguridad”, tuiteó el portavoz de los insurgentes, Zabihullah Mujahid. Por la noche, la televisión afgana difundió imágenes de combatientes afganos dentro del palacio clamando “victoria”.

En diez días, el movimiento islamista radical, que había comenzado una ofensiva en mayo aprovechando el inicio de la retirada de las tropas estadounidenses y extranjeras, tomó el control de casi todo el país. Ahora, los insurgentes están a las puertas del poder, veinte años después de haber sido expulsados por una coalición liderada por Washington, a raíz de su negativa a entregar a Osama bin Laden, líder de Al Qaida, tras los atentados del 11 de setiembre en Estados Unidos.

DERROTA TOTAL. La derrota es total tanto para el Gobierno como para las fuerzas de seguridad afganas, a las que Estados Unidos ha estado financiando durante veinte años con decenas de miles de millones de dólares.

Que Ghani dejara el cargo era uno de los pedidos claves de los talibanes en los diálogos de paz con el Gobierno afgano, aunque el mandatario había optado por aferrarse al cargo hasta ahora.

Estados Unidos, en tanto, empezó la operación de evacuación hacia el aeropuerto –única vía de salida del país– de sus diplomáticos y de civiles afganos que trabajaron para Washington que puedan temer por su vida; es decir, unas 30.000 personas.

Biden defendió su decisión de poner fin a 20 años de guerra, la más larga que haya conocido Estados Unidos.

Ante esta situación, el primer ministro británico, Boris Johnson, instó a los occidentales a adoptar “una posición común” frente a los talibanes “para evitar que Afganistán vuelva a convertirse en un terreno fértil para el terrorismo”.

PÁNICO. Conforme avanzaba el día, el pánico se fue apoderando de la capital. Las tiendas cerraron y se formaron enormes atascos, y miles de policías y otros miembros de las fuerzas de seguridad abandonaron sus puestos y sus uniformes.

El miedo reinaba en Kabul, sobre todo entre las decenas de miles de personas que se habían refugiado en la capital en las últimas semanas.

Los talibanes impusieron una versión estricta del islam cuando gobernaron Afganistán de 1996 a 2001.

Las mujeres no podían trabajar ni salir sin estar acompañadas por un hombre, y se prohibía a las jóvenes y niñas ir a la escuela. A los ladrones se les cortaba las manos, los asesinos eran ejecutados públicamente y los homosexuales eran liquidados.

ONU llama a la moderación
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, llamó el domingo a los talibanes y a todas las demás partes en Afganistán a que “ejerzan la máxima moderación”, pocas horas después de que los combatientes del movimiento fundamentalista entraran en Kabul. “El secretario general está particularmente preocupado por el futuro de las mujeres y las niñas, cuyos derechos ganados con tanto esfuerzo deben ser protegidos”, dijo la ONU. El Consejo de Seguridad se reúne hoy para discutir la situación en Afganistán, indicaron las Naciones Unidas.