Sugirió hacer seguimiento del dinero y la trazabilidad para llegar a los financistas del negocio y sus compradores.
“Esto se arrastra desde la época de Stroessner, se trafican armas hacia el Brasil, otros países, incluido; en su momento, el tráfico de armas a Sudáfrica y demás, fue reconocido por todos”, dijo.
Refirió que de alguna manera, en menor medida, continuó. “Pasó a manos de muchos civiles y organizaciones criminales, pero el tráfico de armas hay tentáculos todavía en las fuerzas militares”, dijo.
Acotó que hay que celebrar que por lo menos algo se empieza a desmontar porque eso hace que haya reacción y puedan cantar quiénes son los que están del otro lado.
“Hay que hacer seguimiento del dinero (...) para tener la trazabilidad y saber quiénes están en el negocio (...), quiénes son los que compran, quiénes son los que financian el negocio, a dónde van a parar las armas”, dijo.