Rhino Orphanage, un orfanato de animales ubicado en la provincia de Limpopo en Sudáfrica, cuenta con un nuevo huésped: una jirafa macho de apenas días. El pequeño animal fue rescatado por un granjero que lo encontró al borde de la muerte.
Con solo dos días de vida y muy débil, la jirafa fue trasladada a Rhino Orphanage, donde se encargan del cuidado de animales salvajes heridos o abandonados. Allí la bautizaron como Jazz, le brindaron la asistencia necesaria para reponerse y además se hizo amiga de un Hunter, un perro pastor belga que “trabaja” como guardia en los programas contra cazadores furtivos.
La pequeña jirafa fue recibida por Hunter, que rápidamente se encariñó y comenzó a cuidar de ella. Así se dio una amistad que se hizo viral gracias a las fotos y videos publicados por Rhino Orphanage.
Janie Van Heerden, una de las voluntarias de la fundación, es la responsable del proceso de recuperación de Jazz. El tratamiento incluyó la administración de líquidos por vía intravenosa. Además, está siendo alimentada con leche y las hierbas que debe consumir en la sabana. “Es posible que pronto pueda volver a su hábitat, ya que presenta una buena mejoría”, explicó Heerden.
La llegada de la pequeña jirafa al refugio se dio en medio de horas críticas para salvar su vida. Se encontraba en mal estado. Desde ese momento, Hunter se convirtió en su protector. “Está todo el tiempo junto a Jazz y ni siquiera permite que Duke, su hermano y otro de los guardianes del refugio, se acerque”, comentó Heerden. Un detalle muy llamativo es que el perro no volvió a comer hasta que la jirafa bebé abrió los ojos. “Es un perro muy especial y somos felices que sea parte de nuestro equipo”, acotó la voluntaria.
Mientras llega el momento de que Jazz vuelva a la sabana, donde pertenece, seguirá bajo los cuidados de los voluntarios y, sobre todo, de su gran amigo, Hunter.