Con la filosofía basada en el compromiso de la Iglesia con el Paraguay, la Universidad Católica realza sus valores de la defensa de la vida humana con la concreción de un ansiado proyecto, el nuevo Campus de la Salud, que tiene como finalidad seguir formando profesionales en el área de la Salud, además de servir a la sociedad con asistencias y atenciones al público en general.
La emotiva ceremonia de inauguración contó con la presencia de referentes de la Conferencia Episcopal Paraguaya, miembros del Consejo de Gobierno General, el rector de la Universidad Católica Nuestra Señora de la Asunción, Pbro. Dr. Narciso Velázquez Ferreira; docentes, estudiantes e invitados especiales.
La primera etapa del proyecto inaugurado comprende más de 15.000 metros cuadrados de área construida, distribuidos en cinco niveles en altura y tres niveles de subsuelo, posee 7 laboratorios, 2 laboratorios digitales, 11 aulas, 1 aula magna, 1 aula de anatomía, biblioteca, auditorio para 250 personas, salas de profesores por cátedra en cada nivel, espacios de estudio flexibles para alumnos, áreas de dirección académica y administrativa, centro de estudiantes, una moderna capilla, otras áreas de servicios y estacionamiento cubierto para 225 autos y 50 motos.
El Pbro. Narciso Velázquez Ferreira, rector de la Universidad Católica, aclara que el compromiso que tiene la Iglesia, a través de la Universidad Católica, con la educación y la formación de profesionales es testimoniar de una manera fehaciente que tener unas instalaciones y un equipamiento de alto nivel como lo demanda el área de Salud es prioridad para la UC.
“A lo que aspiramos es a seguir realizando un trabajo eficiente, loable y preparar a los profesionales de Ciencias de la Salud de una manera adecuada, con una mirada desde una perspectiva de la antropología cristiana, el valor de la persona, el valor de la vida y, sobre todo, un compromiso real con la sociedad ”, sostiene el rector. Así también señala que la salud es una necesidad fundamental y, en ese sentido, el trabajo que brindarán desde la nueva sede será un servicio esencial, como se tiene acostumbrado realizar.
“El profesional de la Salud, como todos los profesionales que egresan de la Universidad Católica, tiene el gran desafío de convertirse en verdadero trabajador de la sociedad. Tiene un compromiso con todos los seres humanos y de esa manera también será transformador del ambiente que nos toca vivir ”, revela el padre Velázquez Ferreira.
Aclara que el edificio inaugurado es solo la primera etapa y que ahora se entrará en la segunda etapa de construcción, la cual será el moderno hospital que será el complemento esencial en el área de Ciencias de la Salud.
“Estamos asentados en una sede propia. El terreno original había sido donado por la Congregación de las Hermanas Agustinas, quienes instalaron en principio la escuela de enfermería y la clínica, que posteriormente se convirtieron en el Hospital Universitario”, aclara Velázquez Ferreira.
COSTO. Al ser consultado sobre la inversión total de la obra, dijo que en este primer tramo se invirtieron 20 millones de dólares, solventados directamente por la Universidad Católica, y que se analizará una inversión de 60 millones de dólares más para lo que será la construcción del hospital que albergará unas 260 camas.
“El nuevo hospital de la UC brindará atención pública en general. Contará con un círculo de asegurados y también se prevén convenios con instituciones hospitalarias del Estado. Además, apuntamos a que sea un centro de práctica y de pasantías para los estudiantes en donde los propios docentes se encargarán del proceso de formación de nuestros estudiantes ”, especifica el rector.
Finalmente, dijo que la construcción de la segunda etapa del proyecto llevará un tiempo aproximado de 30 a 36 meses de trabajo, ya que se tendrán 45.000 metros cuadrados de construcción; es decir, será tres veces más grande que lo ahora inaugurado.
El rector fue claro al afirmar que Paraguay ha dado testimonio de tener valientes médicos, enfermeras y profesionales de blanco que aportaron a frenar este proceso de pandemia que a pesar del dolor causado en muchas familias hoy se puede tener un respiro.
“Damos gracias a Dios, en nombre de la Iglesia, por tener esta oportunidad que, a pesar de estar en tiempos difíciles, podremos brindar en poco tiempo un servicio más a la sociedad”, culmina el rector Velázquez Ferreira.