El Ministerio de Salud confirmó los primeros tres casos de la variante ómicron del Covid-19 en Paraguay; se trata de tres viajeros que retornaron al país desde Cancún, México, mientras, en el Laboratorio Central del ministerio se están analizando otros 46 posibles casos pertenecientes al entorno familiar. Esto estaría confirmando la evidencia de que la nueva variante, si bien causa menos muertes, tiene un elevado nivel de contagiosidad.
La nueva variante ómicron ya está presente en más de 106 países, y ante esa situación es absolutamente necesario contar con el esquema completo de vacunación si se tiene planes de viajar, en el caso de que no sea posible postergar el desplazamiento. Y, otro aspecto muy importante es que, considerando que la variante ómicron es mucho más contagiosa que las anteriores se deben extremar los cuidados en cuanto a cumplir con los protocolos de Salud; entre ellos mantener el uso del tapabocas en espacios cerrados, el lavado de manos y el distanciamiento social.
Al mismo tiempo, el Gobierno debería apresurar las nuevas medidas y protocolos para las personas que ingresan al país. Como es bien sabido, nuestro frágil sistema de salud no podrá soportar un nuevo pico de contagios masivos. En esta línea, los funcionarios deben ampliar la cobertura de la vacunación, esto es urgente pues con la mezcla de diferentes cepas quienes no estén vacunados estarán más expuestos.
Asímismo se debe considerar otro peligro al que estamos expuestos. El dengue en Paraguay es endémico, y si no se toman los cuidados pertinentes los casos pueden aumentar y comenzar a presionar sobre el sistema de salud, ya de por sí recargado desde hace dos años por el Covid-19. Boquerón, Presidente Hayes, Alto Paraguay, Central, Concepción, Alto Paraná y Caazapá están en la categoría de riesgo porque tienen igual o mayor a 4% de índice de infestación larvaria. La recomendación del Senepa es que sea menor a 1% para evitar la propagación del dengue, zika y chikungunya.
Sin embargo, el peor de los escenarios es aquel en el cual no logramos evitar que sigan aumentando los accidentes de tránsito. Los accidentes de tránsito son una epidemia que ya es una amenaza contra el saturado sistema de salud, el cual debe afrontar los contagios por el Covid, por el dengue y sin dudas no va a soportar más presión.
El Hospital de Trauma ya se está enfrentando al aumento de los casos de accidentes de tránsito y violencia civil, los cuales mantienen al tope la ocupación de camas de UTI en este centro asistencial. Casi el 50% de los pacientes que ingresan al Hospital de Trauma presentan signos de estado etílico o consumo de algún tipo de estupefaciente; y en cuanto al ránking de percances viales los motociclistas se llevan los méritos.
Esta epidemia de accidentes es la prueba de cuanto hemos regresado a la antigua normalidad, por lo cual ya vuelven a ser cotidianos los incidentes ya sea por la imprudencia de los conductores o porque están incapacitados por la ingesta de alcohol. El gobierno central y los municipios deben hacer más para ejercer un verdadero y efectivo control pues es inaceptable que los conductores alcoholizados conocen bien los niveles de impunidad que gozan.
Ante este estado de cosas, el Gobierno y los funcionarios deben actuar antes de que la situación se vuelva incontrolable y volvamos a vivir la terrible experiencia de un sistema de salud saturado.