Bajo el lema Patrimonios del Paraguay, la organización A Todo Pulmón Paraguay Respira lleva adelante su tradicional concurso Colosos de la Tierra, en su edición 2025, el cual avanza hacia la tercera y última expedición del año, para posteriormente dar lugar a las premiaciones.
El segundo recorrido por los árboles finalistas culminó con éxito este último domingo, luego de tres días de aventura por cinco departamentos del país.
Durante el recorrido, la caravana visitó ocho árboles que hoy son reconocidos como verdaderos patrimonios vivos del Paraguay. El tour se llevó a cabo en medio de historias que resaltan el valor de la naturaleza y la memoria comunitaria; asimismo, se llegó hasta sitios emblemáticos que enriquecieron la experiencia.
El viaje comenzó en el Parque Nacional Caazapá, donde se evaluó un gran yvyra pytã en la categoría Árbol Más Grande de las Áreas Silvestres Protegidas. En ese sitio, Osvaldo Brizuela, guardaparques de la zona, explicó que la reserva cuenta con 6.000 hectáreas y está rodeada por cuatro comunidades indígenas, además de albergar una amplia variedad de animales exóticos.
“Este lugar está bien protegido. Acá nadie entra más. Al menos en 4.000 hectáreas, otras 2.000 están un poco más retiradas. Nos falta movilidad para llegar a ese restante. Actualmente, recibimos muchas visitas, vienen personas de Ciudad del Este, de Asunción, de distintos puntos del país”, destacó.
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El director de A Todo Pulmón, Osvaldo Turlan, por su parte, agregó que, pese a la protección del Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible (Mades), la reserva enfrenta amenazas constantes, “por cultivos ilícitos, entre otros riesgos”.
La expedición siguió en Itapúa, donde incluso niños y adolescentes se sumaron al concurso con árboles postulados desde sus colegios, como el yvyraro en el Colegio Privado Heinfried Wolfgang, en Kressburgo, y el guapo’y del Colegio Nacional Pirayu’i Edelira, en la categoría Árbol de mi Escuela, tras lo cual se hizo una visita a las históricas Misiones Jesuíticas de Trinidad.
En Tomás Romero Pereira también se vivió un momento especial durante la evaluación de un yvyra pytã propuesto por César Rolando Saucedo Cabral como Árbol Más Grande del Paraguay.
El segundo día, la primera parada fue el Refugio Faunístico Atinguy, de la Entidad Binacional Yacyretá, ubicado en Ayolas, Misiones, antes de volver a Itapúa y trasladarse luego a Guairá, donde se midió un guapo’y en la Reserva de Recursos Manejados Ybytyruzú.
La última jornada estuvo marcada por la consagración del guapo’y de Villarrica como ganador en la categoría Árbol de mi Comunidad, y por la emotiva visita al mítico lago Ypoá, en Quiindy, Paraguarí, un sitio que destaca en la biodiversidad del país.
El concurso Colosos de la Tierra cuenta con el respaldo y acompañamiento de la Organización Mundial de Conservación (WWF) Paraguay y el patrocinio de varias empresas privadas.