EFE
Río de Janeiro
Un desfile de una comparsa carnavalesca atrajo ayer a unas 70.000 personas a la playa de Copacabana, la más conocida de Río de Janeiro, pese a que el Miércoles de Ceniza ya había puesto fin a los cuatro días del carnaval en todo Brasil.
Río de Janeiro, cuyo carnaval es uno de los más famosos del mundo, prolongó las fiestas por lo menos hasta este final de semana con la tradicional presentación del Monobloco por la playa y con el desfile, en la noche del sábado, de las escuelas de samba del Grupo Especial que vencieron la edición del Carnaval de este año.
El Monobloco, una comparsa encabezada por 130 músicos y dirigida por el cantante Pedro Luis, recorrió en la mañana de este domingo la avenida que circunda la playa de Copacabana para una fiesta que, pese a la hora y al fuerte sol, atrajo el doble de los participantes esperados.
La Policía, que esperaba 30.000 personas, tuvo que pedir refuerzos ante la llegada de unos 70.000 cariocas y turistas con ganas de disfrutar los últimos minutos de las fiestas, quienes bailaron los diferentes ritmos del Monobloco, desde samba y marchas, hasta axé y pop.
La comparsa, una de las más nuevas de Río de Janeiro y fundada en 2000, se presentaba en la playa de Leblón hasta el año pasado, cuando atrajo a 50.000 personas a su desfile de despedida del Carnaval de 2006.
BROCHE DE ORO. La presentación de ayer en Copacabana fue el broche de oro para un carnaval que supuestamente ya había terminado y que los cariocas pudieron volver a ver y disfrutar entre la noche del sábado y la madrugada del domingo, cuando el Sambódromo recibió a las seis mejores escuelas de samba de este año.
El llamado “Desfile de las Campeonas” permitió al público aclamar tanto a la vencedora del carnaval de 2007, Beija Flor, como a la que para muchos mereció vencer, Viradouro, y a la más popular de todas las escuelas de samba de Río de Janeiro, Mangueira.
Las tres, junto con Grande Río, Unidos de Tijuca y Vila Isabel, repitieron en el Sambódromo las presentaciones que hicieron la semana pasada durante los desfiles de las escuelas del Grupo Especial, la principal atracción del carnaval de Río y que son considerados como el mayor espectáculo del mundo al aire libre.
Cada escuela escenificó en el Sambódromo durante 80 minutos los sambas que compusieron especialmente para el carnaval de este año y los desarrollaron con la ayuda de disfraces, alegorías y lujosas carrozas.