Las plantas de San Pedro, Canindeyú y más al centro de la Región Oriental, Caaguazú, están en óptimas condiciones, así como los sojales del norte de Alto Paraná. Si se suma la mitad del área de siembra estimada de este último departamento, se observa cerca de 2 millones de hectáreas que podrían mitigar los inminentes efectos de déficit de agua en otros sitios.
Este grupo representa el 54% de la superficie de cultivo.
De acuerdo con el vicepresidente de la Asociación de Productores de Soja, Karsten Friedrichsen, en el Norte se podrían registrar rendimientos de más de 3.000 kilos por hectárea, superior al promedio general de las últimas zafras.
Solo en la campaña 2016-2017 se pudo alcanzar una cifra de esos niveles (ver infografía).
Sin embargo, a la campaña actual sin dudas le afectará el comportamiento de las demás zonas agrícolas.
El Sur, que logró empezar a tiempo la siembra, reportó una sequía al momento de carga de granos y si bien está próxima su cosecha, Friedrichsen estima rindes de apenas 1.000 a 2.000 kilos por hectáreas.
Se trata del Departamento de Itapúa, con una proyección de cultivo de 741.588 hectáreas, así como una parte de Alto Paraná.