El sector privado busca acercar al Gobierno su parecer en torno al estudio de la reforma tributaria, antes de que el Ejecutivo plasme el proyecto en el Parlamento. De acuerdo con Luis Villasanti, presidente de la Federación de la Producción, la Industria y el Comercio (Feprinco), se anhela una reunión este miércoles con representantes de Hacienda. “Mañana (por hoy) vamos a gestionar ese encuentro y tendremos más claro el panorama”, refirió ayer.
Los empresarios se mantienen en la postura de rechazo a cualquier aumento de impuestos, además de consignar que el país se mantiene en una situación de desaceleración económica, no siendo el momento de debatir en torno a eventuales incrementos en las tasas.
La voz unísona de los últimos días se centraba sobre la opción de buscar la manera de reducir los gastos y mejorar la calidad de los servicios.
En contrapartida, el propio ministro de Hacienda, Benigno López, había anunciado que el proyecto de reforma tributaria que presentará el Ejecutivo al Congreso contempla que el país siga teniendo impuestos y costos bajos, a fin de mantener la competitividad.
Adelantó que no se tocarán el IVA ni las tasas, pero que se buscará que sean más eficientes y que el que más gane, más pague.
También se aclaró desde la cartera fiscal que los impactos de la reforma tributaria se verán recién a principios de 2021, ya que todavía se requiere de un plazo para que Hacienda se prepare. López aseguró que los impuestos seguirán liquidándose de la misma forma.
Retención. El proyecto de ley presentado por Hacienda también establece que la Administración Tributaria deberá reglamentar quiénes serán los agentes de retención, así como los responsables del mecanismo con los alcances establecidos en la legislación y los porcentajes de descuento.
Recordemos que la aplicación de retenciones de salarios a los contribuyentes del IRP generó polémica cuando la administración de Marta González Ayala (presidencia de Horacio Cartes) intentó ponerla en vigencia en 2017.
A diferencia de la propuesta actual, en ese entonces la SET estableció que los descuentos afectarían solamente a los trabajadores con un salario igual o superior a los G. 10 millones, con porcentajes de descuento que iban del 0,5% al 2%, de acuerdo con el tipo de ingresos.