La refacción en el Servicio de Urgencias Pediátricas consistirá en la ampliación de la sala de espera, la readecuación de los consultorios y la construcción de un nuevo bloque de sanitarios con baños diferenciados para los pacientes.
Las obras se iniciaron hoy en el marco de la refacción general planificada para el Hospital Central del Instituto de Previsión Social (IPS); por los 55 años, que tiene una inversión presupuestada de G. 50.000 millones.
Las obras también incluirán la refacción de las paredes, pisos, instalaciones eléctricas, trabajos de pintura y mejoras en ventilación e iluminación natural mediante la renovación de ventanales, dijo el doctor Édgar Ortiz, jefe del Servicio de Urgencias Pediátricas del Hospital Central.
Un tiempo estimado de 90 días durarán las refacciones en el sector, que está ubicado en el pabellón 2 del subsuelo del Hospital Central. Debido al inicio de obras, las zonas de agendamiento, RAC, sala de espera e internación y la atención a los pacientes fueron trasladadas a metros del área.
Lea más: IPS gastará G. 50.000 millones para refaccionar el Hospital Central
“Durante el tiempo que se lleven a cabo las obras, que según las estimaciones se desarrollarán en un periodo de dos a tres meses, tanto los pacientes como el personal médico y de enfermería deberán afrontar ciertas incomodidades. No obstante, una vez concluidos los trabajos, el servicio contará con instalaciones más modernas, confortables y funcionales, en beneficio de todos los asegurados y funcionarios”, señaló el jefe de Servicio de Urgencias Pediátricas.
Traslado temporal del Urgencias pediátricas
El Servicio de Urgencias Pediátricas fue reubicado en el área que anteriormente pertenecía a Cirugía y Traumatología, frente al Laboratorio de Urgencias y al marcador biométrico, al final de la Unidad de Emergencias Médicas de Adultos (UEMA).
“Estas mejoras permitirán que los pacientes que acudan a consultar encuentren, en un mismo espacio, los servicios de Agendamiento, Registro y Admisión de Consultas (RAC), la Sala de Observación Ambulatoria (SOA), la sala de espera de pacientes y familiares, los consultorios y la instalación de una farmacia interna, optimizando de esta manera el circuito de atención”, dijo el doctor Édgar Ortíz.
Posteriormente, el siguiente bloque que será trasladado es el área de Críticos, en donde funcionaba como la sala de internados de Cirugía, saliendo del sector de Transición. Una vez finalizados estos trabajos, el equipo volverá a las nuevas instalaciones remodeladas, y será el turno del sector de Transición de ser trasladado para llevar a cabo las refacciones finales, según un comunicado institucional.
Le puede interesar: Quirófanos clausurados hace casi 3 años en el Hospital Central del IPS
Durante este periodo, hay nuevas vías de ingreso y circulación, por lo que el flujograma de atención es reestructurado de la siguiente manera: el ingreso de pacientes al RAC se realizará por los accesos de Traumatología (subsuelo, pabellón 1), puerta del estacionamiento ubicada entre Traumatología y Urgencias, y pasillo del subsuelo.
Deterioro del Hospital Central
El deterioro de la infraestructura avanza en algunas áreas del Hospital Central, que no fueron beneficiadas en los últimos años con las refacciones. Tal es el caso de Nefrología, cuya dependencia se encuentra en mal estado, o el caso de los quirófanos ubicados en el séptimo piso, clausurados desde hace tres años.
Debido a este panorama y por los 55 años del Hospital Central del IPS, el Consejo de Administración del IPS adjudicó el pasado 8 de abril la Licitación Pública Nacional 87/24 para la “Contratación de servicios de reacondicionamiento, reparaciones y reestructuración de áreas del Hospital Central”.
El deterioro edilicio se observa no solo en los pasillos con pintura destruida, sino que también en las escaleras que están desgastadas.
Incluso los baños están casi destruidos, con lavamanos rotos, inodoros sin tapa y canillas destruidas.
En algunas zonas, el mármol se despegó de la pared. A esto se suman las goteras, los pisos desgastados y las pinturas corroídas. El desgaste se apoderó hace años del Hospital Central y muestra su rostro de cinco décadas.
Pese al despeje de algunos pasillos, se siguen usando otros para depositar el mobiliario en desuso.
Incluso los quirófanos del séptimo piso siguen clausurados. Las paredes están sin revoque, los cables cuelgan por doquier e incluso el techo está desmantelado.