Los manifestantes, partidarios del líder chiita iraquí Moqtada Sadr, permanecieron aproximadamente 15 minutos en la representación diplomática y salieron pacíficamente cuando llegaron las fuerzas de seguridad, según un fotógrafo de la AFP.
Sadr pidió la “salida del embajador” después de que Salwan Momika, un refugiado iraquí, quemara varias páginas del Corán el miércoles ante la mayor mezquita de Estocolmo.
El hecho se produjo en el primer día del Eid al-Ada, una de las mayores fiestas religiosas de los musulmanes. Durante su protesta, autorizada por la policía sueca, Momika también pisoteó el libro que según los fieles de ese culto recoge las revelaciones recibidas por el profeta Mahoma a través del arcángel Gabriel.
El iraquí, de 37 años, declaró que repitiría ese mismo gesto en un plazo de diez días. El gesto de Salwan Momika suscitó condenas en muchos países de mayoría musulmana, entre ellos Arabia Saudita, Egipto, Marruecos, Irán y Turquía. “Enseñaremos a los occidentales arrogantes que insultar a los musulmanes no es libertad de expresión”, declaró el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, durante una comparecencia televisiva.
La Liga Árabe denunció una “agresión en el corazón de nuestra fe musulmana” AFP