Tienen entre tres y seis años de antigüedad y el pasado 30 de enero se les hizo firmar un contrato que fenecía el 31. Hasta ayer, al menos, no cobraron sus salarios de enero.
La ministra Teresa Martínez argumentó que las personas a las que no se les renovó el contrato fue, principalmente, por haber “cerrado el centro” para asistir a una protesta sindical, a fines del año pasado.
En contrapartida, las descontratadas –educadoras y apoyos familiares– indicaron que medio centenar de funcionarios asistieron a esa protesta convocada para exigir mejoras salariales y, a su vez, denunciar las condiciones precarias de los servicios que brinda la institución.