Así lo especificó Luis Gil, analista técnico para el Programa de Oportunidades Circulares de la ONU, en su vertiente de desarrollo industrial (Unido).
La explicación fue expuesta en el marco del evento Oportunidades económico-comerciales entre Italia y Paraguay en el signo de la sostenibilidad, llevado adelante recientemente por la Organización Internacional Ítalo-Latinoamericana; durante el cual varios expertos y startups locales explicaron la manera en que se trabaja en el país dentro de la economía circular, además de mostrarse casos de éxito.
Para cada uno de los 13 proyectos de las mipymes sostenibles fueron adjudicados USD 30.000 con el fin de desarrollar rubros como envases y empaques, construcción, harina y panificados, cuero y su manufactura, frutihortícolas, granos, hierbas medicinales y servicios. Se expusieron en la ocasión los parámetros de este segmento y su importancia para la economía.
Según dijo Gil, el programa se había lanzado en abril pasado, participaron 85 mipymes (de las cuales quedaron 13) que propusieron economía circular en sus empresas, con una duración de hasta un año.
Al explicar el concepto de la economía circular, el especialista hizo referencia a una estimación de que el 80% de los impactos ambientales que son generados por productos y servicios ya se define en el momento del diseño; mientras que el enfoque debe ser una economía restaurativa y regenerativa desde el diseño, para no enfocar solo el aspecto del reciclaje, porque esto forma parte del último eslabón de acciones.
“Los tres principios de la economía circular son la eliminación de residuos y la contaminación desde el diseño; mantener los productos materiales en el mayor tiempo posible dentro de la productividad (fabricar productos fácilmente usables, reparables) y regenerar sistemas naturales (residuos orgánicos de la producción, para compostaje; mantener los suelos con nutrición natural)”, destacó el técnico.
DEL BAGAZO. Como caso de éxito en la implementación de la ayuda financiera y técnica, Elma Peña, de la startup paraguaya Merencena, mencionó que está dedicada a un emprendimiento circular: Transformación del bagazo cervecero en un elemento alimenticio.
“Damos valor, en vez de que se convierta en relleno sanitario o compost, o bien comida para animales; optamos por aprovechar el residuo industrial y transformarlo en alimento para las personas”, destacó.