17 ene. 2025

Por una Navidad solidaria, con justicia y respeto a la dignidad

La Navidad es símbolo de esperanza y unidad, y en tiempos difíciles, la población necesita sentirse acompañada por quienes deciden los destinos del país. Sobran ejemplos, lamentablemente, de hechos que exponen las arbitrariedades e injusticias que soporta la ciudadanía. Precisamente por eso, en el día de Navidad es oportuno instar a un mayor compromiso de la clase política, a que muestren empatía con las necesidades de la gente, que trabajen por la igualdad y se comprometan a trabajar por el bien común.

Navidad es tiempo de encuentros, reencuentros y celebraciones con la familia; es asimismo una festividad religiosa muy significativa y una tradición que une a la comunidad. En estos días se celebra el nacimiento de un Niño en un humilde pesebre en Belén, un niño que es sinónimo de esperanza. Este hecho alcanza sin embargo una dimensión que se proyecta desde lo individual y familiar hacia lo colectivo.
Si bien es cierto que es muy necesario tomarnos un tiempo para la reflexión, y para disfrutar en familia y vivir este momento con optimismo y esperanza, no podemos ignorar la realidad que se vive alrededor nuestro, en las calles, los barrios y las ciudades del país.

Hace apenas dos años estábamos padeciendo la crisis de la pandemia del Covid-19. Recordemos la grave situación que atravesamos, con hospitales colapsados de pacientes hasta en los pasillos, aguardando una cama en terapia intensiva. Faltaban medicamentos en los hospitales públicos, mientras que la población angustiada lograba sobrevivir con las ollas populares, rifas y polladas.

A nivel del Estado, poco hemos mejorado desde entonces. Los hospitales públicos siguen en crisis, quizá no en la misma proporción, pero a diario los medios de comunicación y las redes sociales nos traen informes de medicamentos faltantes o alguna manifestación de pacientes con cáncer que reclaman por sus tratamientos interrumpidos o medicamentos para sobrellevar la enfermedad.

Afortunadamente, la generosidad y solidaridad no se agotan. Por eso, la ciudadanía sigue resolviendo las innumerables carencias de la salud pública y del IPS, con rifas y polladas. Pero es frágil nuestra memoria, y hemos olvidado a aquellas autoridades y funcionarios que en plena pandemia intentaron sacar provecho de la situación, dejando a miles de compatriotas sin los recursos para enfrentar la pandemia.

Otra parte de nuestra realidad que sigue en crisis es la Justicia. Recientemente se informó de que Óscar Venancio Ñoño Núñez, hermano del senador colorado cartista Basilio Bachi Núñez, obtuvo arresto domiciliario tras cumplir solo un año de prisión, de los 11 a los que fue condenado por lesión de confianza, administración en provecho propio, producción y uso de documentos no auténticos. Durante su gestión como gobernador de Presidente Hayes había desviado fondos destinados a sectores vulnerables como escolares, indígenas y campesinos.

Mientras el hermano del presidente del Congreso Nacional puede disfrutar de la Navidad con su familia y amigos, decenas de miles de reclusos en las cárceles del país sobreviven en condiciones de hacinamiento. El 63% de la población penitenciaria del Paraguay no tiene condena; 11.172 personas privadas de libertad se encuentran a la espera de un juicio y de un total de población de 17.712, solo 5.597 cumplen condenas.

La ciudadanía merece más respeto de parte de sus autoridades y funcionarios. Es inconcebible que, en el mismo país donde faltan medicamentos y los servicios públicos son muy deficientes, diputados y senadores se autoaumenten el salario, aumento que recibirán en medio de sus casi tres meses de vacaciones pagadas por los contribuyentes.

Pero, en el preciso momento en que parecemos sucumbir ante las adversidades, se vuelve a encender una luz de esperanza, entonces los paraguayos y paraguayas recordamos la tradicional frase que nos recuerda que la esperanza no perece, “Esperanza nahavêiva”. Que el nacimiento del Niño en el humilde pesebre en Belén nos ayude a tomar conciencia y a no desistir de la construcción de una sociedad donde imperen el respeto a la dignidad de todas las personas, la justicia y el bien común.

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Recientemente fue detenido un concejal colorado, Bruno Joel Jorgge Arriola, presunto líder de una organización internacional de narcotráfico, por su vinculación en un esquema de envío de droga a Europa. Este es otro caso que suma a una larga lista de políticos paraguayos vinculados al narcotráfico. El narco planta su bandera en el país en los años 60 y se fortalece durante la dictadura de Stroessner; desde entonces ha ido creciendo su influencia, con el crimen organizdo de la mano, filtrando las instituciones del Estado.
El Presupuesto 2025 muestra cambios poco relevantes frente a los grandes desafíos que enfrenta el país y, al contrario, es preocupante que sin cambios en el Presupuesto General y de Ingresos lo más relevante sea el incremento de los recursos destinados a pagar los compromisos de la deuda. Es decir, se mantendrá la mala calidad de los servicios públicos, pero haremos más esfuerzo por pagar una deuda que hasta ahora no ha mostrado efectos en el desarrollo y bienestar, ya que la mayor parte de los indicadores sociales y económicos se han estancado en la última década que coincide con el aumento del endeudamiento.
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