El informe muestra una caída de dos puntos en la aprobación del derechista que lucha por frenar la violencia desatada en medio de masivas manifestaciones pacíficas que exigen reformas sociales para revertir la desigualdad.
A 46 días del estallido social que cambió la cara al país, que era uno de los más estables de la región, el 82% de los habitantes de Chile desaprueban la gestión del mandatario.
El magnate, que transita el segundo año de su mandato, impulsa una agenda social que incluye un leve aumento del salario mínimo, pensiones y un pacto político para redactar una nueva Constitución que deje en el olvido a la vigente, heredada de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990). Sin embargo, las medidas del Gobierno fueron suficientes para aplacar las protestas.
La encuesta, realizada sobre la base de llamadas telefónicas –la semana anterior– a 708 personas, también muestra que un 67% de los consultados están de acuerdo con que sigan las movilizaciones, pero un 96% está en desacuerdo con saqueos y robos a comercios.
Además, un 68% considera que desde el 18 de octubre, cuando estudiantes iniciaron la movilización para protestar por el aumento en tarifas del ferrocarril metropolitano, los niveles de violencia subieron.
En tanto, un 58% de los chilenos consideran que el uso de la fuerza policial fue “excesiva y abusaron de su poder“, un 18% la evalúa “proporcional dada la violencia que hay en las calles” y otro 18% considera que la Policía actuó de modo “blando” para frenar los actos vandálicos.
economía. La economía chilena cayó 3,4% en octubre con relación a igual periodo del año anterior, su peor registro en 10 años, debido a la inusitada crisis social que explotó ese mes, provocando una dramática baja en el comercio y los servicios, informó ayer el Banco Central (BC) chileno.
La caída del Índice Mensual de Actividad Económica (Imacec, que proyecta el PIB), supera ampliamente las proyecciones oficiales y del mercado, donde se anticipó un descenso en torno al 1%.
El indicador mensual es también el más bajo desde 2009, cuando la economía local cayó 3,5% en la estela de la crisis financiera global. La drástica paralización del comercio, los servicios y la industria manufacturera tras el estallido social de octubre pasado son las principales causas de esta caída, según el BC.