REDACCIÓN INTERNACIONAL
Mientras se intensifica la presión sobre el gobierno de Nicolás Maduro, tras el anuncio del bloqueo de EEUU contra buques petroleros sancionados que salgan o entren a Venezuela, un posible exilio del líder chavista, a quien le quedan pocos aliados, depende de garantías que no pueden prometer los Gobiernos, dijeron analistas a EFE.
En un hipotético escenario de negociación, varios países se han mostrado dispuestos a acoger a Maduro, aunque el chavismo no da señales en ese sentido y afirma estar preparado para la defensa del territorio.
Tras cuatro meses de despliegue aeronaval en el mar Caribe que Estados Unidos asegura es para combatir el narcotráfico, pero que Caracas interpreta como un intento de propiciar un cambio de régimen, los Gobiernos de Bielorrusia, Colombia y Panamá han abierto a Maduro la puerta de sus países.
En medio de las tensiones, Venezuela y EEUU han mantenido conversaciones limitadas, incluyendo una llamada entre sus mandatarios, Nicolás Maduro y Donald Trump, que no han alcanzado acuerdos.
Sin embargo, el abogado internacionalista Mariano de Alba dijo a EFE que, al menos por ahora, “se percibe muy difícil” un asilo negociado del mandatario venezolano.
De hecho, el especialista no cree que esa opción “se haya planteado seriamente” dentro del chavismo.
Si tuviera voluntad de exiliarse, señaló, el gobernante buscaría garantías de ser recibido y no extraditado en el futuro.
Un asilo, explicó De Alba, implicaría “una apuesta” a que el país de acogida no cambiará su política ni entregará al líder chavista –o cualquier otro integrante del chavismo– como “ficha de negociación”.
“Si, por ejemplo, me exilio y me voy a Rusia, ¿quién quita que Estados Unidos presione a (el presidente ruso, Vladimir) Putin y pida que me entreguen a cambio de una concesión?”, reflexionó De Alba.
DESTINOS. Maduro perdió el reconocimiento de buena parte de la comunidad internacional tras las cuestionadas presidenciales del 28 de julio de 2024, en las que el ente comicial –controlado por sectores afines al chavismo– declaró su reelección, pese a las denuncias de fraude de la oposición.
Incluso países con Gobiernos aliados, como la Colombia de Gustavo Petro y el Brasil de Luiz Inácio Lula da Silva, cuestionaron los resultados. Recientemente, Petro calificó a Maduro de “dictador”, pero aseguró que no es un narcotraficante, como afirma Washington.
Los destinos más probables, según De Alba, son Rusia, Irán, Turquía o China, con los que “sigue habiendo una alianza política importante”.
A su juicio, Rusia sería “la opción más clara” y quizás “la más segura para Maduro y su entorno”, pues ya acogió al ex mandatario sirio Bashar Al Asad.
También apuntó que China podría ser un destino seguro “en términos de estabilidad”, pues “es muy poco probable que la situación política cambie radicalmente”.
LA CPI. Si bien Colombia y Panamá han dejado entrever que aceptarían al mandatario venezolano, es poco probable que sirvan como destino.
“Pienso que (Maduro) nunca contemplaría irse a un Estado parte del Estatuto de Roma, de la Corte Penal Internacional (CPI), porque sabe que ese Estado teóricamente tendría la obligación de entregarlo” si se dictara una orden de captura en su contra, explicó De Alba.
La CPI adelanta desde 2018 una investigación por presuntos crímenes de lesa humanidad cometidos en Venezuela desde 2017, durante la administración de Maduro.