La ruta PY07 Doctor José Gaspar Rodríguez de Francia se ha convertido en el principal punto de salida de desechos reciclables, cobre y aluminio, de manera ilegal. La investigación realizada por este medio muestra el nulo control de la frontera seca con el Brasil, en el Departamento de Canindeyú, entre las ciudades Pindoty Porâ, distrito de Corpus Christi y Sete Quedas, del Estado de Mato Grosso do Sul.
El sitio se ha convertido en la Ruta del Cobre de los Cables y otros bienes del Estado que son robados, sin tener ninguna trazabilidad ni rastros de su comercialización, cruzando de contrabando al vecino país ante la falta total de control de las autoridades como la Policía Nacional, la Aduanas, la Patrulla Caminera, Migraciones, el Mades y de la Dirección Nacional de Ingresos Tributarios.
En Canindeyú existen unos ocho puestos de control a lo largo de la ruta internacional que cruza por varias ciudades. Entre ellos están los puestos policiales y comisarías, Aduanas, Patrulla Caminera y Migraciones, cuyos funcionarios realizan presencias y sus guardias en las oficinas, pero no cumplen con el debido control asignado para prevenir estos ilícitos.
millonario negocio
Por cada camión que lleva 30.000 kilos de cobre de contrabando hasta la ciudad brasileña de San Pablo, los contrabandistas obtienen una ganancia de G. 1.950.000.000 Esto, teniendo en cuenta que en el Brasil se paga G. 65.000 por el kilo de cobre.
Este enorme negocio ilícito comienza muchas veces con un pequeño robo metro de cable que generalmente son cometidos por los chespis en los barrios; sin embargo, el flagelo deja millonarias ganancias a los grandes contrabandistas de cobre.
También se dan los casos de robos de cables a las instituciones públicas como ANDE y Copaco, realizados por parte de funcionarios infieles.
Estos metros de cables son vendidos a recicladoras que operan en las ciudades aledañas a la capital, ubicadas en San Lorenzo, Mariano Roque Alonso y Limpio, en el departamento Central, donde se paga alrededor de 30.000 a 35.000 guaraníes por kilo.
El costo se duplica al llegar a la ciudad brasileña de San Pablo, donde los acopiadores pagan hasta G. 65.000 por kilo de cobre.
Cifras
G. 1.950 millones. Es la ganancia de los contrabandistas por el envío de un camión de 30.000 kilos de cobres a San Pablo, Brasil de contrabando.
G. 65.000. Es el precio por kilo que pagan las recicladoras en el vecino país.
8 puestos. De control existen en Canindeyú, pero los trabajos son ineficientes.
De 3 a 4. Camiones por semana son enviados de contrabando con cargas de cobre desde Ciudad del Este, por Canindeyú al Brasil.
Pérdidas. El año pasado, Copaco sufrió una pérdida mensual de G. 1.346.970.000 por el robo de cables, mientras que la ANDE reportó el robo de 17.200 metros de cables, ocasionando una pérdida de G. 480 millones.