Los manifestantes hicieron un llamado de atención ante la lentitud con la que se desarrolla el juicio contra Granada. “En un país donde tantas mujeres callan por miedo o falta de garantías, que la Justicia no avance con firmeza y celeridad implica un mensaje peligroso: Que denunciar no sirve. El Poder Judicial no puede ser cómplice de ese silencio. Necesitamos un sistema que escuche, crea y actúe para proteger a las víctimas y garantizar sus derechos”, recalcaron.
Sobre el punto, resaltaron que más de una decena de compañeras se vieron afectadas sus carreras profesionales y personales producto a la denuncia. “Algunas se vieron forzadas a renunciar, otras fueron desvinculadas a pesar de su estabilidad, e incluso han enfrentado procesos penales paralelos que siguen en curso. Estas ramificaciones del caso forman parte de un todo y también deben ser atendidas en tiempo y forma”, agregaron.
Finalmente, exigieron celeridad y transparencia en el juicio, protección a las víctimas y testigos.