La elección de Petro “podría introducir tensiones en la relación” entre los dos países, comentó a la AFP Benjamín Gedan, del Programa Latinoamericano del centro de estudios Woodrow Wilson International Center for Scholars.
EEUU, cuyo presidente Joe Biden calificó a Colombia de “piedra angular de la política estadounidense en América Latina y el Caribe”, tendrá que hilar fino porque Petro llega con ganas de cambios: Rechaza la política antinarcóticos actual y pide renegociar el Tratado de Libre Comercio con Washington.
El primer izquierdista en conquistar la presidencia de Colombia es partidario de eliminar gradualmente la producción de petróleo, una industria con fuertes vínculos con Estados Unidos, justo cuando Washington incita a sus aliados a producir más para paliar la subida de los precios de los combustibles por la guerra desatada tras la invasión rusa de Ucrania.
Y aunque el ex alcalde de Bogotá marca distancias con los gobiernos de Nicaragua y Venezuela y simpatiza con “el progresismo” del ex presidente y candidato electoral brasileño Luiz Inácio Lula da Silva y el chileno Gabriel Boric, ha prometido normalizar las relaciones con el mandatario venezolano Nicolás Maduro.
Esto “socava los esfuerzos de Estados Unidos por aislar al régimen” de Maduro, a quien no reconoce por considerar fraudulenta su reelección en 2018, afirma Gedan.
Una vez que asuma el cargo, el 7 de agosto, Petro, un ex guerrillero de 62 años, quiere abrir la frontera con Venezuela, en un momento en el que Colombia acoge a más de 1,8 millones de migrantes y refugiados venezolanos. AFP