El presidente Santiago Peña volvió a recordar a su predecesor Mario Abdo al indicar que tuvo una gestión deficiente y en la que primaron intereses empresariales ligados a la provisión de asfalto.
Aseguró que en dos años de gobierno, él ya superó todos los indicadores de cinco y hasta diez años anteriores en el campo social, económico y laboral.
Fue durante un acto de entrega de 48 ambulancias en la explanada del Palacio de López. “Probablemente el único número que no podamos alcanzar a la administración pasada es la cantidad de asfalto y hay una particularidad, había un interés particular, no compramos tanto asfalto en este periodo de gobierno”, lanzó.
Pero lo que Peña quiso resaltar en su discurso fue que gracias a su gestión y a la relación con su vicepresidente, Pedro Alliana, el indicador político también mejoró porque anteriormente había inestabilidad, peleas internas, pases de facturas y revanchismo, que dominaban el escenario público.
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“Hoy el Paraguay vive probablemente uno de los mayores periodos de estabilidad política, que no se mide solamente en resultados electorales, eso es lo lindo de la democracia, que es una lucha constante”, expresó.
El mandatario aseguró que este momento es único en la historia, que nunca en democracia “un presidente de la República trabajó de una manera tan coordinada con su compañero, el vicepresidente de la República”.
Peña resaltó la figura de Alliana, que actualmente es el candidato a presidente de Honor Colorado para el 2028, y se diferenció del periodo anterior, cuando Abdo y Hugo Velázquez mantenían una relación tensa.
Recientemente, el medio argentino Clarín publicó un informe diplomático sobre la injerencia del exembajador de Estados Unidos en Paraguay, Marc Ostfield. También se señala que Marito no quería que su vice sea candidato.
“Digo esto porque todos nos sorprendimos con la noticia internacional de un informe secreto donde un anterior representante de un gobierno extranjero informaba que había sido recibido en reunión secreta del presidente de la República para que le diga que en realidad su vicepresidente no es de su confianza, que tiene muchas cuentas con la justicia y que ojalá luego que no sea candidato porque eso sería nefasto para el Paraguay”, mencionó Peña.
El presidente sostuvo que cuando la tensión está en la cabeza del Ejecutivo es imposible gobernar y refirmó su compromiso en que con Alliana su única motivación todos los días es “mejorar la calidad de vida de los paraguayos”.
Criticó que en el periodo anterior esta disputa era un entretenimiento. “Esa inestabilidad política que emana desde la cabeza del Poder Ejecutivo y que muchas veces parecía algo que nos entretenía nada más, la pelea muchas veces pública y a veces de baja intensidad (...). Tuvimos que enfrentar una pandemia no solo de salud, sino política, cinco años de peleas, de disputa, que no les sirvieron de nada a los paraguayos ”, destacó.