EFE y AFP
LA PAZ
El ganador de la segunda vuelta presidencial de Bolivia, el centroderechista Rodrigo Paz, quien asumirá el poder el próximo 8 de noviembre, hizo un llamado a todas las fuerzas políticas del país a unirse para garantizar la gobernabilidad, incluido el binomio del ex presidente Jorge Tuto Quiroga, y afirmó: “No podemos ser mezquinos con nuestra democracia”.
Rodrigo Paz dio una conferencia de prensa en La Paz, un día después de su triunfo, junto a su compañero de fórmula en la Vicepresidencia Edman Lara, en la que pidió a las fuerzas políticas del Legislativo unirse para “retomar la institucionalidad pérdida”.
Llamó también a su rival en la segunda vuelta, el ex presidente conservador Quiroga (2001-2002), a unirse. “No podemos ser mezquinos con nuestra democracia, necesitamos tener grandeza, la grandeza lleva a la no confrontación”, expresó.
En referencia a las manifestaciones que se registraron el domingo tras conocerse los resultados, Paz subrayó que el mandato del “pueblo no es la confrontación ni la violencia en las calles” e insistió en que su equipo “ha extendido la mano a todas las fuerzas políticas”.
Sobre la transición de Gobierno, Paz indicó que ya se comunicó con el presidente de Bolivia, Luis Arce, para coordinar el traspaso de poder, que asumirá el próximo 8 de noviembre.
“Con Edman (Lara) y nuestros equipos hemos empezado a generar esta transición de solo tres semanas, veinte días”, indicó.
El candidato ganador por el Partido Demócrata Cristiano (PDC) manifestó que su “futuro gobierno” tiene como prioridad “la conciliación de visiones y proyectos y la urgencia de sacar la patria adelante” y es por esto que aunque tiene la mayor cantidad de legisladores en la Asamblea dará prioridad a negociar con otros partidos políticos.
El presidente electo anunció además que reanudará las relaciones con Estados Unidos, rotas desde 2008 durante el gobierno del socialista Evo Morales. “En el caso puntual de Estados Unidos (...), esa relación se va a retomar”, aseguró Paz en su primera conferencia de prensa tras su triunfo.
El jefe de la diplomacia estadounidense, Marco Rubio, comentó el domingo que “después de dos décadas de una mala administración, la elección de Paz representa una oportunidad de transformación para ambas naciones”.
REVISARÁ ACUERDOS CON CHINA Y RUSIA. Bolivia hoy tiene como principales aliados a Venezuela, Cuba, Nicaragua y Rusia. Consultado sobre esos vínculos, Paz subrayó que es necesario “transparentar todos los acuerdos y contratos”, especialmente los relacionados con los proyectos de extracción directa de litio (EDL) firmados por el Gobierno de Luis Arce, así como revisar los compromisos con los bloques comerciales de los que Bolivia es miembro.
También se mostró dispuesto a abrir una nueva etapa bilateral con Chile, pese a la histórica reclamación boliviana de un acceso soberano al océano Pacífico, consagrada en su Constitución. “Queremos que ambos países trabajen de forma más cercana y en beneficio de ambos pueblos”, afirmó.
Bolivia y Chile no tienen relaciones diplomáticas a nivel de embajadores desde 1978.
Paz ganó el balotaje con el 54,61 % de votos, frente a un 45,39 % obtenido por Quiroga, según el Sistema de Resultados Electorales Preliminares (Sirepre), con el 97,86 % de las actas computadas.
Apoya lucha de Machado
Rodrigo Paz Pereira, ganador de la segunda vuelta presidencial en Bolivia, conversó por teléfono con la líder opositora venezolana y Premio Nobel de la Paz, María Corina Machado, a quien expresó su voluntad de unirse a la “lucha” para “recuperar” la democracia en Venezuela y la invitó a su investidura el próximo 8 de noviembre. Paz le reiteró sus felicitaciones por el reconocimiento del Nobel.
País en crisis y con poca paciencia espera a nuevo Gobierno
El presidente electo de Bolivia, el centroderechista Rodrigo Paz, recibirá un país con una economía al borde del colapso y una población exhausta tras 20 años de gobiernos socialistas.
Paz, un economista de 58 años, asumirá el cargo el 8 de noviembre.
Sus ofrecimientos de campaña se centraron en solucionar con urgencia la severa crisis económica, la peor que atraviesa el país en cuatro décadas.
Pero tendrá que hilar muy fino para sacar sus propuestas adelante, tanto en el Parlamento como en las calles, que esperan soluciones inmediatas.
“La paciencia se está acabando y se va a acabar justo cuando el siguiente gobierno asuma su mandato”, dice a la AFP la politóloga Daniela Osorio Michel, investigadora del Instituto Alemán de Estudios Globales y Regionales (Giga).
Las filas de vehículos se enredan sobre las pistas de las principales ciudades de Bolivia, de 11,3 millones de habitantes. Es la escenografía de la crisis.
El gobierno de Luis Arce, que renunció a la reelección por su impopularidad, agotó sus reservas de dólares para mantener una agónica política de subsidios a los combustibles.
Desde hace casi dos años, Bolivia sufre una escasez de dólares y combustibles que ha gatillado una inflación de 23% interanual a septiembre.
PRESUPUESTOS Y SUBSIDIOS. Paz se ha comprometido a ajustar los presupuestos de la nación y recortar más de la mitad de los multimillonarios gastos en subsidios de carburantes, aunque dice que los mantendrá para el transporte público y otros sectores críticos.
Su propuesta es menos radical que la que tenía su rival Quiroga y evitaba hablar de un shock económico.
“Su visión gradualista puede tener tropiezos” para alcanzar resultados, señala el economista Napoleón Pacheco, docente de la boliviana Universidad Mayor de San Andrés.
Cuando los ajustes se hacen poco a poco pueden tener un efecto inverso al que buscan, asegura.
Las calles y los sindicatos también tendrán influencia en lo que pueda hacer el nuevo gobierno.
“Ojalá le den un poco de paciencia (...), pero creo que eso solo va a pasar si” en el nuevo gobierno “realmente se ponen en acción inmediatamente, como lo han prometido”, explica a la AFP Gabriela Keseberg, politóloga boliviana. Osorio Michel vaticinó que “va a haber un rechazo al corte de las subvenciones”. AFP