El ministro de Urbanismo, Juan Carlos Baruja, anunció recientemente la posibilidad de que paraguayos residentes en el extranjero puedan acceder a una vivienda propia a través del programa. “Estamos trabajando en un proyecto piloto con compatriotas que viven en Estados Unidos y España. La idea es que puedan postularse presentando sus certificados de trabajo y pagar sus cuotas directamente desde el país donde residen”, explicó.
El proceso se realizará en coordinación con la Comisión de Relaciones Exteriores y las embajadas y consulados paraguayos, que certificarán las postulaciones.
“Queremos que nuestros compatriotas tengan la certeza de que están adquiriendo una vivienda real y segura, evitando fraudes o engaños. Además, esto puede ser una forma de fortalecer el vínculo con el país y ofrecerles un arraigo cuando decidan regresar”, agregó.
Créditos accesibles. El programa ofrece créditos a 30 años de plazo, con una tasa de interés del 6,5% en guaraníes, considerada la más baja de la región.
“El requisito de edad máxima es de 75 años, y las cuotas permanecen fijas durante todo el periodo del préstamo. No hay reajustes ni refuerzos de pago”, explicó el ministro.
“Si una persona tiene una cuota de G. 2.200.000, se mantiene igual durante todo el crédito. Además, el beneficiario comienza a pagar recién cuando ingresa a su vivienda”, destacó.
Baruja subrayó que, considerando la inflación cercana al 4%, la tasa efectiva equivale a un interés real de apenas 2%. “Son condiciones excepcionales para acceder a una casa propia en guaraníes, algo que no se ve en la región”, finalizó.
El programa estatal de viviendas para la clase media, Che Róga Porã, ya alcanza a 3.500 familias y moviliza cerca de USD 100 millones en créditos, según aseguró el ministro de Urbanismo, Vivienda y Hábitat (MUVH), Juan Carlos Baruja. Además, anunció que se trabaja en una nueva modalidad para que paraguayos residentes en el extranjero puedan acceder a una vivienda propia en el país.
Baruja resaltó que el 60% de los préstamos otorgados se financia a través del Banco Nacional de Fomento (BNF), mientras que el 40% restante corresponde a bancos privados que operan con recursos de la Agencia Financiera de Desarrollo (AFD).
“Nos alegra ver la participación activa del BNF, porque muchos funcionarios públicos cobran sus salarios allí y les resulta más fácil gestionar sus préstamos con el mismo banco, que incluso puede realizar descuentos automáticos del salario”, explicó Baruja.