El Día Internacional de los Derechos Humanos representa la ocasión propicia para que las instituciones públicas reafirmen su compromiso para con su protección o para que destaquen las acciones que han emprendido. En el caso del Poder Judicial, durante la sesión plenaria celebrada en la fecha (miércoles 10 de diciembre), la Corte Suprema de Justicia aprovechó la ocasión para reafirmar su firme compromiso con la promoción y protección de la dignidad humana, destacando los avances institucionales logrados durante 2025 y el papel protagónico del país en el sistema interamericano de protección de derechos.
El presidente de la CSJ, doctor César Diesel, enfatizó durante su intervención que “el acceso a la justicia es en sí mismo un derecho fundamental y un pilar del Estado Social de Derecho”, recordando la trascendencia de esta fecha y las iniciativas implementadas por la institución en cumplimiento de las normativas vigentes. Asimismo, detalló las principales acciones emprendidas por el Poder Judicial paraguayo en 2025 para fortalecer una justicia más cercana, inclusiva y humana. Entre los logros más significativos destacó la realización del 180° Periodo Ordinario de Sesiones de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) en Asunción, desarrollado en setiembre pasado.
Esta histórica convocatoria, que coincidió con el vigésimo aniversario de la primera sesión del tribunal fuera de su sede en Costa Rica –evento que también tuvo lugar en Paraguay en 2005–, consolidó la presencia del país en el sistema interamericano y reafirmó su compromiso con los estándares internacionales de derechos humanos.
La presidenta de la Corte IDH, Nancy Hernández López, había subrayado durante la inauguración de aquel periodo de sesiones los sólidos vínculos de Paraguay con el sistema interamericano, destacando la actitud de transparencia del Estado en el cumplimiento de sus obligaciones. Recordó que tras la recuperación de la institucionalidad democrática en 1989, una de las primeras medidas adoptadas fue la ratificación de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, marcando un quiebre con el pasado autoritario.
Durante aquellas jornadas de setiembre, la Corte IDH supervisó el cumplimiento de sentencias en cinco casos que involucran al Estado paraguayo, tres de ellos relacionados con comunidades indígenas –Yakye Axa, Xamók Kásek y Zawhoyamaxa– y dos casos adicionales vinculados a los procesos Leguizamón Zaván y Córdoba. Estos casos, señaló Diesel, han contribuido a fortalecer las instituciones nacionales, impulsar reformas jurídicas y generar políticas públicas en materia de derechos humanos.
El Día Internacional de los Derechos Humanos que conmemora la adopción de la Declaración Universal de los Derechos Humanos por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1948, representa una oportunidad para que los Estados evalúen sus avances y renueven sus compromisos en la materia, pues los derechos humanos trascienden las fronteras geográficas y culturales para recordarnos que la dignidad humana es inherente a todas las personas, sin distinción alguna.
Desde la proclamación de la Declaración Universal en 1948, este documento ha servido como brújula moral y jurídica para la comunidad internacional, estableciendo que derechos como la vida, la libertad, la igualdad ante la ley, y la protección contra la tortura y la discriminación no son concesiones de los Estados, sino atributos intrínsecos de nuestra condición humana. Esta fecha invita a la reflexión colectiva sobre los avances logrados, pero también sobre las brechas persistentes que enfrentan millones de personas en el acceso efectivo a estos derechos fundamentales.
En un mundo marcado por desigualdades estructurales, conflictos armados, crisis migratorias y nuevos desafíos tecnológicos, la conmemoración anual de este día cobra renovada relevancia. Los derechos humanos no son una realidad estática consagrada en documentos históricos, sino un proyecto vivo y dinámico que requiere vigilancia constante, adaptación a nuevas realidades y compromiso activo de todos los actores sociales. La memoria de las atrocidades del pasado –que inspiraron la creación de este marco normativo internacional– debe servir no solo como advertencia, sino como motor para construir sociedades más justas, inclusivas y respetuosas de la diversidad humana.
La celebración del Día Internacional de los Derechos Humanos representa, además, una oportunidad para reconocer el papel fundamental de las instituciones democráticas, los sistemas de justicia y la sociedad civil en la protección de estos derechos. Ningún derecho se defiende por sí solo: Requiere de sistemas judiciales independientes, autoridades comprometidas, ciudadanos informados y mecanismos efectivos de rendición de cuentas. En este sentido, iniciativas como las emprendidas por el Poder Judicial demuestran que el fortalecimiento institucional y el diálogo con organismos internacionales son elementos esenciales para garantizar que los derechos humanos pasen del papel a la realidad cotidiana de las personas, particularmente de aquellas en situación de mayor vulnerabilidad.
