El Papa defendió el jueves la objeción de conciencia entre los sanitarios en casos de aborto, como “un gesto leal” con la profesión e incluso “una denuncia de una injusticia”, en su discurso a los participantes en una reunión de la Sociedad italiana de Farmacia hospitalaria.
Francisco reiteró de nuevo su condena al aborto. “Saben que lo tengo muy claro: es un homicidio y no es lícito ser cómplice”, destacó.
Explicó que el “servicio de la vida humana” tiene que ser el principal valor de los sanitarios y que “esto puede llevar en algunos caso a la objeción de conciencia”, lo que, subrayó “no es deslealtad, sino al contrario, es lealtad a su profesión, si está válidamente motivada”.
DENUNCIA DE INJUSTICIA. “También es una denuncia de las injusticias contra una vida inocente e indefensa”, añadió. En estos casos “el deber es estar cerca de las personas, especialmente de las mujeres, para que no se llegue a pensar en la solución del aborto, porque en realidad no es la solución”, según el pontífice.
Por otra parte, Francisco subrayó la importancia de que exista un sistema nacional de salud pública, “elemento esencial para garantizar el bien común y el crecimiento social de un país”. “Las estrategias sanitarias, orientadas a la búsqueda de la justicia y el bien común, deben ser económica y éticamente sostenibles”, agregó.
SUBSIDIO Y TRABAJO. El papa aseguró por otra parte, que, aunque siempre se ha mostrado a favor de los subsidios a los trabajadores, “estos sólo pueden ser una ayuda provisoria” porque el objetivo es que haya trabajo para todos.
El pontífice hizo esta consideración en un mensaje para el 57° Coloquio del Instituto para el Desarrollo Empresarial de la Argentina (IDEA) y la Unión de Trabajadores de la Economía Popular de Argentina.