Felicidades a los papás, espero que lo hayan celebrado ayer. Vale la pena recordar el rol tan necesario que deben desempeñar en toda sociedad. Son uno de los pilares de las futuras generaciones humanas, recuérdenlo.
A propósito, supongo que en el segundo país más seguro de Latinoamérica ser papá no preocupa demasiado. Sí, leyó bien, porque según el ministro del Interior este territorio está en ese privilegiado sitial. No obstante, el parámetro citado por el secretario de Estado fueron los homicidios por cada cien mil habitantes. ¡Vaya cifra! Claro, lo que pasa es que no importan los robos, hurtos, violaciones, abandonos de niños y niñas, violencia familiar y tanto etcétera calamitoso.
Lamentablemente, esa sensación de seguridad no es la que veo en las calles, donde la mirada de sospecha es la primera mayormente, al menos en la capital del país, donde el temor parece respirarse en varios sitios. Espero que los próximos representantes del pueblo salgan caminando a las calles para conocer la situación, o que suban de vez en cuando a los autobuses como lo tenemos que hacer muchos de nosotros a diario. Sí, hablo de aquellos que tienen para andar vehículos blindados, con recursos públicos, con guardias de seguridad a todos lados, para que de una vez tomen cartas en el asunto con reformas reales.
Igualmente, observo todas las de ganar con el futuro ministro del Interior. O usted cree que no vamos a estar mejor. Parece que también hay paternidad responsable en filas del Gobierno electo.
Pero bueno, yendo al asunto paternal más literal, en una tierra como esta, la paternidad responsable, a la par de la maternidad por supuesto, es un bien preciado de los que no todos pueden hablar justamente así: bien. Y es ineludible que los niños y las niñas puedan compartir tiempo de calidad con sus papás, y que estos sepan qué significa ese título.
Aquí vale la pena resaltar ejemplos como el del casi ignoto enfermero Catalino Ramírez, de 58 años, quien ofrece un consejo valioso a través de las páginas del diario Última Hora: “Los padres que dicen que no tienen tiempo para estar con sus hijos por el trabajo se tienen que dedicar más a ellos. Porque cuando son más grandes, ya cuesta más, ya tienen otras decisiones. No quieren aceptar más la opinión de los padres si desde chiquito no se habla con ellos”.
Los hijos y las hijas necesitan de sus papás y de sus mamás, y necesitan de esa seguridad que les deben brindar sus padres y madres. Además, el Estado debe cumplir su tarea de garante de los derechos de niños y niñas, evitando el descuido, combatiendo la violencia, promoviendo la educación, ofreciendo las mismas oportunidades.
Ojalá en Paraguay alguna vez tengamos la posibilidad de contar con más días de permiso laboral para disfrutar de la paternidad responsable. De hecho, hay países con altos índices de desarrollo humano que están dando el ejemplo hoy, y estoy seguro de que las madres necesitan más tiempo de los padres, especialmente ante un recién nacido. Sin embargo, no es una excusa para no prestar atención.
Urge una mejor educación, mayor seguridad, y también incrementar la inversión en salud. Ante el desafío de la inteligencia artificial y las nuevas tecnologías, la humanidad aparece de nuevo como un reto ineludible, entre ellos particularmente el valor de la paternidad. Asumamos la competencia.
Así como Marcos Villalba, quien “fue para compartir el momento de las bicicletas con su hijita en el microcentro asunceno”, comprendamos que “realmente es una tarea bastante difícil” la de ser papá. “Hay mucha más conciencia actualmente de parte de nuestra generación de dedicar el tiempo a nuestros hijos. Espero que eso vaya mejorando a medida que pasa el tiempo. Es muy importante la presencia paterna, como la de la madre”. Coincido con él. Es también un hermoso privilegio, así que honrémoslo.
Mi estimado saludo a los papás responsables. ¡Salud!
