AFP
LA HAYA
Con España en el centro de una polémica por su reticencia a sumarse al objetivo de gastar el 5% del PIB en Defensa, la OTAN celebra hoy una cumbre clave enfrentar los desafíos de un contexto complejo y lleno de conflictos.
El presidente norteamericano Donald Trump, arremetió el martes contra la España por negarse a cumplir con la meta a la que se comprometen a cumplir todos los socios de la Alianza Atlántica.
Tras anunciar un alto el fuego entre Irán e Israel, el mandatario republicano llegó a La Haya y acudió al banquete ofrecido por el rey Guillermo Alejandro, de Países Bajos, a los 32 líderes de la OTAN.
El republicano aprovechó unas breves declaraciones a la prensa en el Air Force One para presionar a sus socios europeos donde más duele: con el artículo 5 del Tratado de Washington, que obliga a toda la Alianza a defender a un país miembro en caso de ataque. “Depende de su definición. Hay muchas formas de definir el artículo 5", dijo el presidente en respuesta a una pregunta sobre su compromiso con la defensa mutua.
Y arremetió contra España, que no quiere ir más allá de un 2,1% y argumenta que una meta del 5% la obligaría a subir impuestos y sacrificar gasto social.
“ES INJUSTO PARA EL RESTO”. “Están teniendo un problema con España”, dijo el mandatario en el avión. “España no está de acuerdo [con el incremento del gasto al 5%], lo cual es muy injusto para el resto” de la Alianza.
Y es que Donald Trump, cuyo país aportó en 2024 el 62% del total del gasto en Defensa de la OTAN, exige que los miembros europeos y Canadá suban su inversión en el sector al 5% del PIB nacional de aquí a diez años.
De lo contrario, amenaza con no asistir en caso de agresión a los “malos pagadores”, además de reducir su presencia militar en un continente zarandeado por la invasión rusa de Ucrania.
Una de las grandes dudas es el encaje definitivo que se le dará a la posición de España, el país con la menor inversión proporcional el año pasado (1,24% de su PIB).
El presidente del Ejecutivo español, Pedro Sánchez, cuyos socios de gobierno son reacios a un mayor gasto en Defensa, afirmó el domingo que su país gastará un 2,1%.
Y el lunes publicó una carta de Rutte, en la que éste le asegura que la Cumbre reconocerá a España una “flexibilidad” sobre sus gastos.
Rutte ha dicho desde entonces a la prensa que no hay cláusulas de excepción, pero fuentes del Gobierno español insisten en que Madrid rubricará la posición común siempre y cuando se le respete dicha flexibilidad.
Contra la postura española, salió también la primera ministra de Dinamarca, Mette Frederiksen, al defender que el nuevo objetivo de la OTAN de dedicar un 3,5% del PIB a gasto militar puro, es una meta sobre la que “no se puede seguir discutiendo” y de la que “todo el mundo tiene que participar”, precisó, porque la situación es “demasiado grave”. “Todo el mundo tiene que participar”, dijo sin mencionar a España. “Las cosas -prosiguió- son demasiado graves y (sobre) el 3,5%, yo creo que no podemos seguir discutiendo si vamos a lograr o no ese objetivo”, afirmó.