“Recordamos a Juan Ramón Ayala. Lo lindo era, yo me fijaba en las graderías cómo él se esmeraba y trabajaba, signo del trabajador honesto y honrado, ese era don Juan Ramón”, expresó el obispo de Caacupé, Ricardo Valenzuela, durante la misa de este domingo.
En la ocasión, se acordó de lo mucho que lo admiraba cuando vendía las chipas en el estadio Defensores del Chaco. “Ese G. 5.000 bajaba de mano en mano hasta llegar a Juan Ramón”, rememoró.
Resaltó que no se perdía la plata, llegaba a destino y que “eso era admirable de aquellos tiempos de quienes iban a la cancha”.
Lea más: Fallece a los 82 años el conocido chipero Juan Ramón Ayala
“Ojalá Dios permita y toque nuestros corazones para recuperar ese don tan maravilloso, esa virtud, de que el dinero sale de un lugar y llega a destino. Recuperemos de nuevo eso”, concluyó.
El conocido chipero Juan Ramón Ayala, propietario de Chipa Barrero, falleció a las 01:45 del sábado a los 82 años, en el interior de su vivienda ubicada en la compañía Caapi´ipe de la ciudad de Eusebio Ayala, Departamento de Cordillera.
Su hija y médica tratante, Jenny Ayala, diagnosticó como causa de muerte “infarto agudo de miocardio” por complicaciones de salud por una enfermedad en la sangre.
La historia de Juan Ramón Ayala
Don Juan Ramón Ayala comenzó en este negocio de la gastronomía en el año 1957. Empezó vendiendo agua helada, luego observó que una mujer vendía gran cantidad de chipas, por lo que también se adentró en este negocio.
Primero le comenzó a comprar de esta vendedora las chipas y luego las vendía; después la comerciante le comunicó que ya no podría venderle por su avanzada edad y por esa razón, él empezó a fabricar sus propias chipas.
Las ventas las hacía con su madre y su hermano. Tres años después viajó hasta Asunción recorriendo a pie todos los días para vender las chipas con un canasto sobre la cabeza, desde las 07:00 hasta las 19:00.
Más tarde fue innovando la venta y se hizo conocido porque salía a las calles a vender la tradicional chipa a bordo de su vehículo y con un megáfono.
Aunque cuenta con un local en la ciudad de Eusebio Ayala, su fuerte siempre fue la venta recorriendo los barrios de las ciudades, principalmente de Asunción. Llegaba a vender más de mil chipas al día.