El joven puso cara de fastidio y sorpresa. “Ya estoy aquí, no puedo volver a mi país”, protestó Ken García. Su país es Bélgica y había venido a Paraguay —la tierra de su abuelo, el gran Digno García— a aprender a fabricar su propia guitarra. De nada sirvió que le aclararan que las clases todavía no habían comenzado. Pero al final las razones del muchacho tuvieron más peso y pudo conocer el proceso de elaborar su propio instrumento, con la técnica de los artesanos paraguayos.
Estamos en Luque, en la compañía Marín Ka’aguy, zona de fabricantes de guitarras y en la que diez de los talleres están a cargo de alguien de apellido Borja. Precisamente, una integrante de esta familia de artesanos, Luz Borja, es la que nos cuenta la anécdota, una de las primeras historias de las muchas que piensa repetir en la escuela taller de lutería que creó en la referida localidad luqueña.
Como ella misma relata, su familia construye guitarras desde hace más de cien años. “Es una tradición familiar y un arte que está en riesgo de extinción en Luque. Creí que debía hacer algo al respecto y encontré que la única forma de salvaguardar este patrimonio era creando una escuela taller donde se pudiera transmitir este arte, sobre todo a los jóvenes”, agrega.
La idea ocupa los pensamientos de Luz desde hace cinco años, aunque recién hace dos que puso manos a la obra para concretar su sueño. Otro hito fue la organización del primer foro de construcción de guitarras en Paraguay, realizado en noviembre último en un hotel de Luque, ocasión en la que se puso en contacto con los más altos referentes de la construcción de guitarras en el mundo, como la española Amalia Ramírez, de la célebre marca José Ramírez.
Conocimiento compartido
El intercambio con los mejores exponentes de la actividad le dio una vuelta de tuerca más a la idea de Luz. La guitarra paraguaya de fabricación artesanal, impecable en presentación estética, podía ser mejorada con la incorporación de técnicas y conocimientos más científicos para aumentar la excelencia de calidad.
“Hacemos un mismo tipo de guitarras, pero falta que evolucionemos un poco más. Sabemos hacer guitarras, suenan muy bien, pero nos falta algo más. Hay procesos en los que tenemos que tener cuidado; por ejemplo, en Paraguay, los lutiers fabricamos un mismo estilo de tapa armónica”, explica.
Para Luz, la lutería es una ciencia, porque en la fabricación se tienen que tener en cuenta aspectos tales como la química, la física y la acústica, además de las técnicas de construcción propiamente dichas. Esos conocimientos son los que esta iniciativa quiere aprovechar para dotar a las guitarras locales de un valor agregado.
La idea fue tomando forma y hoy, a punto de empezar a concretarse en la práctica, el plan prevé que los artesanos, los grandes maestros paraguayos de la fabricación de guitarras, reciban una vez por semana, los lunes y en forma gratuita, los conocimientos adicionales que les serán transmitidos por profesionales argentinos.
La instrucción durará ocho meses y estará inicialmente a cargo de Paula Lazzarini, quien dará clases sobre el proceso de construcción, paso por paso, la limpieza, el pegado, el cortado y el modelado, entre otros; después, Ricardo Louzao enseñará sobre planos de construcción de guitarras y Walter Valdez disertará sobre física, botánica de la madera, cómo escogerla, el secado de la madera, los tipos de secado, etcétera.
Transferencia
La idea es que los artesanos paraguayos mayores asistan acompañados de algún familiar joven, quienes recibirán los conocimientos de los más antiguos y de los expertos internacionales. Según Luz, son cuarenta y cinco los lutieres paraguayos que serán invitados para tomar parte de la instrucción. La sala y el taller de Marín Ka’aguy ya los están esperando.
Adicionalmente, los maestros locales recibirán clases de gerenciamiento, producción, comercialización y exportación; también de formalización, “porque muchos han de querer tener su propia marca y la oportunidad de acceder a un registro de marca, como en mi caso”.
Los artesanos que así lo deseen podrán incorporarse a partir del segundo año a la enseñanza de quienes se inscriban para la carrera de técnico en lutería, abierta a los interesados en aprender este arte. Las clases prácticas serán combinadas con los conocimientos impartidos por los maestros internacionales; el curso durará dos años y la cuota mensual será de G. 200.000.
El primer año aprenderán reconocimiento de la madera y herramientas. Existen veinte plazas disponibles, y si los postulantes superan este número, se hará una selección, cuyos criterios todavía no están afinados. “Voy a hablar con cada uno de ellos, a ver si les gusta realmente y que en serio van a darle continuidad”, añade Borja.
Un tercer módulo de enseñanza será lo que bautizaron como Construye tu propio instrumento, en el que cada interesado podrá fabricar su propia guitarra acompañado por un maestro. El costo será de G. 300.000 y el proceso durará entre uno y dos meses. Una vez por semana, el artesano se sentará junto al alumno para guiarlo en el proceso.
En este caso, los materiales para la fabricación serán costeados por cada interesado, por lo que la inversión final dependerá de los materiales. “A Ken García le llevó un mes y medio la construcción de su guitarra de concierto, que tuvo un costo final de USD 1.000", señala Borja.
El emprendimiento de Luz tiene como objetivo principal la preservación de un patrimonio cultural y, como tal, el interés en él debería ser también oficial. En ese sentido, la empresaria se encuentra gestionando la ayuda del Fondec.
Artesanos mayores aprendiendo a mejorar la calidad de sus guitarras, para que el instrumento de origen paraguayo sea reconocido también a nivel internacional y que una marca nacional sea referencia en el mundo. Y jóvenes recibiendo de primera mano las lecciones de una tradición invaluable.
“Imaginate que los jóvenes se integren a este arte, la innovación, las nuevas producciones, las nuevas tendencias que podemos ganar... ellos son ilimitados”, se entusiasma Luz. ¡Qué bien suena!
Texto: Carlos Darío Torres / Fotos: Fernando Franceschelli.
¿Qué es un lutier?
Según el diccionario de la Real Academia Española (RAE), un lutier es una persona que construye o repara instrumentos musicales de cuerda. “De cuerda y mango”, especifica Luz Borja. La palabra proviene del francés luthier, nombre con el que se conoce al fabricante de laúdes (luth, en singular, en francés). La denominación en francés también está muy extendida. A la actividad se la conoce como luthería, laudería y lutería, siendo recomendado el uso de esta última.