De inmediato, Ramón Barrios, un trabajador del lugar desde hace treinta años, decidió encadenarse frente a la entrada del templo pidiendo la reapertura del lugar porque para ellos es fuente de ingreso la venta que realizan en el sitio y así pueden mantener a sus respectivas familias.
Ante tal situación, un grupo de trabajadoras del pozo de la Virgen se entrevistaron con el intendente municipal de Caacupé, Diego Riveros, para conversar sobre la situación que se estaba generando.
El jefe comunal conversó con monseñor Ricardo Valenzuela y con el rector del santuario, Pbro. José Asunción Benítez, y acordaron levantar el cierre por lo menos hasta el viernes.
Según Riveros, las autoridades religiosas no se opusieron al pedido y se determinó levantar el cierre del sitio hasta el próximo viernes. Paralelamente, se estará monitoreando el comportamiento, el manejo, la prudencia de la gente, así como el control referente al cumplimiento de los protocolos sanitarios que exige el Ministerio de Salud.
El intendente de Caacupé agregó que en caso de que la situación se agrave, se evidencie un descontrol, un relajamiento de las personas en el lugar, y el no cumplimiento de las disposiciones sanitarias, el cierre se hará de inmediato”, enfatizó el intendente Riveros. (DB)