La Comisión Vecinal de Fomento 7 de Octubre llegó a enviar varias notas desde el 2014 a la Municipalidad de Luque, la Gobernación de Central y hasta al Departamento de Caminos Vecinales del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) para pedir auxilio a las autoridades con la esperanza de recibir la ayuda para mejorar las condiciones de sus calles. Sin embargo, nunca tuvieron ninguna respuesta y menos aún ahora en medio de la crisis por la pandemia.
Cansados de esperar, un grupo de mujeres encabezadas por Liz Caballero, Claudia Caballero, Zulma Coronel, Rafaela Ramírez y Mirian González, quienes son antiguas pobladoras del barrio, no se quedaron con los brazos cruzados y empezaron a liderar al barrio donde viven más de 100 familias. Se reorganizó la comisión vecinal y empezó a estructurar el trabajo centrado en la autogestión para buscar una salida ante la ausencia del Estado.
La respuesta fue inmediata de todos los vecinos. Mediante donaciones se realizó la primera actividad para empezar a recaudar fondos mediante hamburgueseada, ñoquiseada y tallarinada. Las mujeres lograron así movilizar hasta a los jóvenes y empoderar prácticamente a toda la comunidad.
Los vecinos tocaron varias puertas, entre ellas del sector privado. Hubo contactos con una empresa que está realizando un complejo habitacional en las inmediaciones de la cuadra. Consiguieron que la firma pueda ayudarles con la provisión de maquinarias; mientras que los fondos que recaudaron en las actividades con vecinos sirvieron para la compra de cargas de ripio y para iniciar los trabajos de canalización de aguas.
“Decaemos y nos levantamos otra vez”
Una de las mujeres activas de la comisión, Liz Caballero, resaltó la experiencia y el trabajo en equipo que realizan entre los miembros de la comunidad para lograr mantener y mejorar la comunidad en Luque. “Siempre trabajé con diferentes comisiones vecinales. En cada actividad me gusta aportar para mi comunidad. Como mujer me siento capaz de hacer muchas más cosas. Inclusive pusimos el hombro para ayudar a hacer con nuestras propias manos la canalización del agua. No tengo problemas en palear o usar la azada. Me da igual. Nos ingeniamos”, destaca como integrante de la Comisión 7 de Octubre.
Cuenta que el ingenio de cada miembro motiva a realizar actividades para recaudar. “Solemos hacer polladas, milaneseada, ñoquiseada y tallarinada para recaudar fondos que finalmente servirán para el arreglo de nuestra calle. Hace tiempo que mantenemos así nuestra comunidad. Somos 6 a 8 mujeres que activamos como miembros de la comisión con la elaboración de las comidas y la idea es ayudarnos todos juntos”, destacó. Caballero dijo que en ocasiones cae una sensación de desánimo por la falta de apoyo de las autoridades. Sin embargo, logran recuperar el impulso y dinamizar con la ayuda de todos los integrantes de la comunidad.
“Muchas veces ya decaemos y nos levantamos otra vez”, expresa; sin embargo, recalca que aún no pierden la esperanza de que finalmente los recursos públicos puedan llegar hasta la comunidad para la construcción del empedrado y la canalización definitiva, retribuyendo de esa manera el impuesto y el pago de servicios que cada familia aporta al Municipio.