EFE
BUENOS AIRES
Argentina votó este domingo con “esperanza”, expresión repetida por políticos de distinto signo, en unas elecciones para conocer quién presidirá el país a partir del 10 de diciembre.
En las jornadas previas, existía incertidumbre sobre el nivel de participación, ya que, más allá del enojo de la ciudadanía con la clase política o de las dudas que los votantes pueden tener sobre uno u otro candidato, el balotaje se celebró en un fin de semana largo, ya que hoy, lunes es festivo, lo que ha movido a muchos a viajar en un país que no cuenta con sufragio por correo.
Los dos candidatos a la Presidencia argentina, el oficialista Sergio Massa (Unión por la Patria, peronismo) y el opositor Javier Milei (La Libertad Avanza, ultraderecha), emitieron sus votos con apenas media hora de diferencia: El primero a las 12:11 y el segundo a las 12:40.
Ambos fueron recibidos por multitud de seguidores que los rodearon, aclamaron y expresaron su cariño o sus peticiones por si ocupan la Casa Rosada desde el 10 de diciembre por el periodo 2023-2027.
Si el “cambio” fue la palabra que dominó la campaña electoral, “esperanza” es la que se escuchó en más ocasiones en este domingo de balotaje, pronunciada por adversarios políticos.
Desde el ex presidente Mauricio Macri (2015-2019), aliado de Milei para esta segunda vuelta, al propio Massa, pasando por la ex candidata Patricia Bullrich –quien también respalda al libertario–, todos usaron la palabra “esperanza” como sentimiento para Argentina a partir de esta elección, que tiene lugar cuando se celebran los 40 años del retorno a la democracia tras la última dictadura militar (1976-1983).
La democracia fue lo que más defendió el presidente de Argentina, Alberto Fernández, en su última votación en su mandato, que concluirá el 10 de diciembre, al hablar de que este domingo “es un día más donde los argentinos votamos y elegimos nuestro futuro” y expresó su deseo de que sea una jornada “de felicidad” para la ciudadanía.
La ex candidata presidencial de Juntos por el Cambio (centroderecha), Patricia Bullrich, pidió que, a partir de este lunes, “la gente tenga la esperanza que hace cuatro años no tiene”, tras emitir su voto en el balotaje.
La ex ministra de Seguridad, gran derrotada en las elecciones de octubre pasado, cuando fue la tercera líder más votada y, por tanto, fuera de la segunda vuelta presidencial, afirmó que este era “el fin de un largo proceso” en el que le hubiera “gustado estar en esta instancia”.
“La realidad fue otra y hemos planteado la importancia de que la democracia continúe y se profundice en Argentina.
Lo más importante que tenemos este día es que Argentina pueda tener un cambio que los argentinos merecemos”, señaló Bullrich, también bordeando la veda electoral, vigente desde el viernes.
40 AÑOS DE DEMOCRACIA. En estos 40 años de democracia, todos los presidentes ganaron en primera vuelta, salvo la ya mencionada y la de 2003, cuando los peronistas Carlos Menem y Néstor Kirchner no alcanzaron los votos suficientes y pasaron a segunda vuelta. No obstante, el ex presidente (1989-1999) renunció a participar y el entonces gobernador de Santa Cruz inició su mandato (2003-2007).
Unos 35,8 millones de argentinos fueron convocados para votar en una segunda vuelta.
No es menos cierto que pocos se fían de los sondeos, después de que, en las primarias, nadie predijo el triunfo de Milei y de que, en las generales, nadie dio a Massa como ganador y sí anunciaron la victoria de Milei.
La decisión por el actual ministro de Economía –con un 142,7% de inflación interanual, un 40,1% de pobreza y una brecha cambiaria superior al 200%– o por un candidato que amenaza con planes que, según expertos, son “irrealizables” y pasea una motosierra como metáfora de su política sobre el gasto público podía llevar a muchos a votar en blanco.